Capítulo N° 4

Capítulo Nº 4 (Cuatro):

Rochi: Ay ves que sos un tierno? Me podes –y agarró mi cara para después besar mis labios- Bueno, yo voy a lavar todo, mientras tanto vos hace lo que quieras si? –y asentí-

Es así que Rochi se fue a lavar todos los utensillos utilizados mientras yo me apoderé del control remoto. Después de hacer un rato zapping y no encontrar nada interesante me dispuse a sorprender a mi chica. Entonces, es así que mientras ella estaba de espaldas a la puerta de la cocina, yo la tomé por su cintura rodeándola con mis manos y le hablé muy provocativo al oído.

Peter: Precisas ayuda? –Susurrándole al oído-

Rochi: Ah bueno, estamos con ganas de que nos hagan mimos? –Y se dio vuelta para quedar frente a mí y rodear sus manos en mi cuello-

Peter: -Aún tomándola de su cintura- Mmm… depende –y me acerqué más- Vos qué me ofreces? –pregunté provocador-

Rochi: Mmm… ya vas a ver –siguiéndome el jueguito- Mientras tanto esperame en el living que yo ya termino acá y después soy toda tuya si? –sonriendo un tanto pícara-

Peter: Epa epa –levantando mis cejas y sonriendo pícaro- Qué me vas a hacer Igarzabal?

Rochi: No seas ansioso, anda querés? –sonriendo me pegó con el repasador-

Peter: Bueno, te espero –sonriendo comprador salí de aquella cocina-

Cuando salí de la cocina me dirigí nuevamente al living en donde la esperé a mi novia haciendo otra vez zapping con el tele. Después de unos pocos minutos, llegó y se sentó en mis piernas.

Rochi: Acá estoy mi amor, qué querés hacer conmigo? –preguntó provocativa-

Peter: Vos qué pensas? –y la quise besar pero me corrió la cara-

Rochi: Yo pienso que para que te descontractures un poco de todo el trabajo que tuvimos hoy te hacen falta unos buenos masajes –y dio media vuelta a mi alrededor para quedar atrás mío y apoderarse de mis hombros-

Peter: Ah pero no te tenía tan buena masajista eh –dije canchero-

Rochi: -y susurró en mi oído- Hay tantas cosas que no sabes de mí –y en una vuelta brusca la hice girar para que caiga arriba del sillón, quedando yo encima de ella-

Peter: Y yo podría descubrirlas? –Muy cerca de sus labios-

Rochi: Sí –asintió y ahí fue donde rápidamente me apoderé de sus labios-

Así fue que comenzó un beso tierno y apasionado a la vez que de a poco fue subiendo de temperatura. Yo tomé la iniciativa y deslicé mi mano por debajo de su remera para sacarla con movimientos lentos y acariciando cada parte de su piel y disfrutando cada centímetro de su cuerpo. Una vez que saqué su remera la aferré más hacía mí y la hice sentar para que se subiera a mí en forma de koala. De esa forma nos dirigimos a su cuarto en donde tropezamos con la cama de dos plazas cayéndonos ella sobre mí y esta vez fue ella la que lentamente se deshizo de mi remera y luego, con mi ayuda, del jean. De a poco y con suavidad fuimos despojándonos de todos las prendas hasta sentir nuestros cuerpos por completo y disfrutando con mucho placer de cada movimiento y de cada sensación que sentíamos ambos de sentir el cuerpo del uno con el otro y que nos hacía estremecer por completo. Hacía bastante que no me sentía así y sin dudas Rochi logra en mí lo que ninguna mujer nunca logró.

Luego de ese inolvidable acto de amor ambos quedamos debajo de aquellas sábanas blancas abrazados, ella apoyada en mi pecho y yo acariciando su pelo disfrutando cada instante de estar con ella. La amaba, y de eso que no quepan dudas y me encantaba todo de ella, su perfume, su piel tan suave, su hermosura, su ternura, hasta su forma de hablar. Así me sentía yo con ella y que creo que nunca voy a sentir por otra mujer lo mismo que siento por ella.

Continuará.