Capítulo Nº 77 (Setenta y siete):
Y
en esa solitaria casa solo habías quedado vos, llorando a más no poder y con
sentimientos encontrados que ni siquiera podías explicar pero tampoco los
podías evitar. Tus lágrimas caían sin cesar y tu llanto era lo único que podía
escucharse en aquella casa tan grande como forma de eco.
Así
estuviste toda la noche, sin poder conciliar el sueño. Era más fuerte que vos y
encima te maquinabas fácilmente lo cual hacía que des más y más vueltas en la
cama.
…
Los
días pasaban y las semanas también. Hoy comenzaba un nuevo día para vos. La
verdad es que el último tiempo no fue el mejor para vos. A pesar de que
ensayabas y te distraías un poco, lo cierto era que viéndolo a Peter todos los
días y teniéndolo siempre tan cerca no te ayudaba en lo más mínimo para
olvidarte de él. Encima hoy tenían una cena entre tus productores, tus
representantes y compañeros de banda, para completarla.
Si
bien lo extrañabas tampoco podías negar que tenías ese orgullo y resentimiento
que abundaba en tu cabeza y en tu pecho. No sabías nada de él, excepto lo que
se hablaba en el ensayo que era poco y nada porque vos tampoco querías saber
nada de él ni hablar sobre el tema porque sinceramente, te hacía muy mal.
En
fin, se podría decir que en todo el día te dedicaste a realizar varios trámites
pendientes y salir de compras. Era tu única terapia en casos como los tuyos. La
verdad es que se había pasado volando el día, según vos, entonces decidiste ir
a ducharte. Claro, anteriormente habías mirado el gran reloj de colgado en tu
cocina y viste que eran exactamente las siete de la tarde. Por eso, resolviste
apurar un poco los trámites y te dignaste a prepararte. Después de estar más o
menos 20 minutos debajo de la ducha calentita, saliste envuelta en un toallón y
con tu pelo algo empapado. Luego, te secaste, colocaste tu ropa interior y
preferiste, antes de vestirte, secar por completo tu pelo. Una vez lista con
eso, te pusiste la ropa previamente seleccionada. Para esta ocasión optaste por
un jean algo gastado y “roto” un poco oscuro, una musculosa pupera blanca con
detalles brillantes, una camperita de cuero negra y en tus pies, te colocaste
unas sandalias con tacos altos chinos y de corcho. en color negras con detalles
en plateado. Lista la parte vestimenta, te recogiste el pelo para poder
maquillarte tranquila. Simplemente, te pintaste muy natural; deliñador en los
ojos, rímel (lo cual hacía notar tus marcadas pestañas), un color clarito en
los párpados, un poco de polvo y por último una capa de gloss en tus carnosos
labios. Para finalizar, te hiciste un poco de bucles en el pelo y les hiciste
tomar volumen, solo un poco. Listo, ya estabas casi lista. Solo te colocaste tu
perfume infaltable y colocaste las cosas indispensables en un bolso.
Cuando
ya estuviste completamente lista, tomaste tus llaves, las del auto, te
dirigiste a él pero no sin antes cerrar bien tu casa. Fue así que en cuestión
de segundos, te subiste a tu auto 0 km, lo encendiste, y aceleraste rumbo a la
casa de Nico. Allí se hacia la reunión.
No
pasaron muchos minutos cuando llegaste a la gran casa de tu amigo, te
estacionaste frente a ella, y te bajaste para luego tocar timbre. En muy pocos
segundos Nico te abrió y te recibió con un gran abrazo. Parecía que ya estaban
todos. Incluido él que no dejaba de mirar aquella escena. Seguramente había
pensado cualquiera, pero era lo que menos te importaba. Fue así que te
adentraste más a la casa y comenzaste a saludar a todos muy cálidamente. Cuando
llegaste a él, lo saludaste pero fríamente. Para tu desgracia ya estaban todos
acomodados. El único lugar que quedaba libre era junto a Peter. ‘Esto no me
puede estar pasando’ –pensaste-. Pero rápidamente, al notar que Peter venía
hacia vos para hablarte, le pediste a Gas si no te cambiaba el lugar para
sentarte junto a la rubia. Él sin ningún problema asintió y te acomodaste al
lado de tu amiga. Allí comenzaron a hablar muy animadamente. Hasta que en un
momento te comentó la cara de Peter al realizar aquel pedido. Vos solo
respondiste con un ‘No tengo ganas de estar cerca de él, ni hablarle ni nada…’.
Ella comprendió rápidamente y cambiaron de tema.
La
noche se pasó un poco rápido, y la cena también. La verdad que se había hecho
muy placentera la comida entre jodas, chistes, anécdotas, indirectas, miradas
incómodas, etc, etc. Pero en fin, mientras estaban tomando el helado de postre,
Peter, en una mezcla de incomodidad y timidez se paro y se dirigió hacia todos
ustedes. Vos, por tu parte no lo miraste, solo te dedicaste a tomar el helado.
Peter:
Bueno… -dijo y suspiró- Creo que esto es muy difícil para mi pero creo que es
mi deber como compañero de banda y como un empleado (por los representantes y
productores) decirles algo muy importante… -y sistemáticamente todos lo
miraron. Vos lo escuchabas pero no te atrevías a hacerlo- En todo este tiempo
que paso me pasaron muchas cosas… -comentó e hizo una pausa- pero especialmente
fue una la que me hizo tomar una decisión muy importante para mí… -agregó y vos
lo miraste. Él solo miraba a los demás-
Santiago
(productor): Habla Peter, qué pasa? Nos estas asustando… -Acotó y Peter lo
miró-
Peter:
Bueno… -dijo, tomo aire y continuó- emm… me voy –vos automáticamente lo miraste
confundida al igual que todos-. Y prefiero avisarles antes de irme sin
despedirme ni saber el por qué de mi viaje… -Enseguida comenzó el
cuestionamiento. A él se lo notaba un tanto triste-
Rochi:
Pero por qué te vas Peter? –Preguntó la rubia un poco preocupada- Lo pensaste
bien por lo… -la interrumpió-
Peter:
Sí, Rochi. Lo pensé y creo que va a ser lo mejor alejarme un poco de todo esto…
-Dijo y te miró rápidamente para luego bajar su cabeza- Y yo sé que pensarán
que los voy a dejar en banda con la banda pero créanme que si decido irme ahora
es porque sé que ustedes se las van a saber arreglar sin mi… -Dijo y todos
tenían sus ojos cristalinos- No me miren asi, por favor… -Pidió y su voz se
tornó gangosa- Seguramente ahora no van a entender por qué me voy pero cuando
llegue el momento indicado se los explicaré… -concluyó y nadie dijo nada- hasta
que Nico se atrevió a hablar-
Nico:
Y por cuánto tiempo te irías? –Preguntó muy confundido-
Peter:
No lo sé… -Contestó- El tiempo que sea necesario, quizás… -agregó- Ojalá algún
dia puedan entenderme y no se enojen conmigo… -Recalcó y bajó su cabeza-
Permiso… -Dijo y se dirigió hacia el gran jardín de la casa. Vos te habías
quedado completamente anonadada, sorprendida, sin palabras-
Todos
en la casa habían quedado en el mismo estado de shock que vos. Nadie se animaba
a decir nada porque tampoco entendían mucho. Pero a los pocos minutos todos
comenzaron a comentar y hablar entre ellos. Mientras tanto a vos no te salió
otra cosa que dirigirte hacia donde estaba Peter y sacarte esa duda que te
había quedado después de aquella confesión. Y tal como te lo esperabas, lo
encontraste sentado en el borde de la pileta, con sus piernas flexionadas y un
tanto pensativo. Fue ahí cuando te acercaste quedando a pocos metros de
distancia, te detuviste detrás de él, quedándote para y con tus manos en el
bolsillo hasta que hablaste…
Lali:
No es necesario alejarte para olvidarte de todo sabes? –Comentaste un tanto
seca, lo debías admitir. Él levantó su cabeza y no habló- Digo… si te vas por
lo que pasó entre nosotros no creo que sea la mejor solución… -Concluiste y él
miró para un costado. Enseguida notaste algo raro en él. Nunca lo habías visto
así y te ponía nerviosa verlo de esa forma tan extraña-
Peter:…
Continuará.
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