13 de febrero de 2012

Capítulo N° 77


Capítulo Nº 77 (Setenta y siete):

Y en esa solitaria casa solo habías quedado vos, llorando a más no poder y con sentimientos encontrados que ni siquiera podías explicar pero tampoco los podías evitar. Tus lágrimas caían sin cesar y tu llanto era lo único que podía escucharse en aquella casa tan grande como forma de eco.
Así estuviste toda la noche, sin poder conciliar el sueño. Era más fuerte que vos y encima te maquinabas fácilmente lo cual hacía que des más y más vueltas en la cama.

Los días pasaban y las semanas también. Hoy comenzaba un nuevo día para vos. La verdad es que el último tiempo no fue el mejor para vos. A pesar de que ensayabas y te distraías un poco, lo cierto era que viéndolo a Peter todos los días y teniéndolo siempre tan cerca no te ayudaba en lo más mínimo para olvidarte de él. Encima hoy tenían una cena entre tus productores, tus representantes y compañeros de banda, para completarla.
Si bien lo extrañabas tampoco podías negar que tenías ese orgullo y resentimiento que abundaba en tu cabeza y en tu pecho. No sabías nada de él, excepto lo que se hablaba en el ensayo que era poco y nada porque vos tampoco querías saber nada de él ni hablar sobre el tema porque sinceramente, te hacía muy mal.
En fin, se podría decir que en todo el día te dedicaste a realizar varios trámites pendientes y salir de compras. Era tu única terapia en casos como los tuyos. La verdad es que se había pasado volando el día, según vos, entonces decidiste ir a ducharte. Claro, anteriormente habías mirado el gran reloj de colgado en tu cocina y viste que eran exactamente las siete de la tarde. Por eso, resolviste apurar un poco los trámites y te dignaste a prepararte. Después de estar más o menos 20 minutos debajo de la ducha calentita, saliste envuelta en un toallón y con tu pelo algo empapado. Luego, te secaste, colocaste tu ropa interior y preferiste, antes de vestirte, secar por completo tu pelo. Una vez lista con eso, te pusiste la ropa previamente seleccionada. Para esta ocasión optaste por un jean algo gastado y “roto” un poco oscuro, una musculosa pupera blanca con detalles brillantes, una camperita de cuero negra y en tus pies, te colocaste unas sandalias con tacos altos chinos y de corcho. en color negras con detalles en plateado. Lista la parte vestimenta, te recogiste el pelo para poder maquillarte tranquila. Simplemente, te pintaste muy natural; deliñador en los ojos, rímel (lo cual hacía notar tus marcadas pestañas), un color clarito en los párpados, un poco de polvo y por último una capa de gloss en tus carnosos labios. Para finalizar, te hiciste un poco de bucles en el pelo y les hiciste tomar volumen, solo un poco. Listo, ya estabas casi lista. Solo te colocaste tu perfume infaltable y colocaste las cosas indispensables en un bolso.
Cuando ya estuviste completamente lista, tomaste tus llaves, las del auto, te dirigiste a él pero no sin antes cerrar bien tu casa. Fue así que en cuestión de segundos, te subiste a tu auto 0 km, lo encendiste, y aceleraste rumbo a la casa de Nico. Allí se hacia la reunión.
No pasaron muchos minutos cuando llegaste a la gran casa de tu amigo, te estacionaste frente a ella, y te bajaste para luego tocar timbre. En muy pocos segundos Nico te abrió y te recibió con un gran abrazo. Parecía que ya estaban todos. Incluido él que no dejaba de mirar aquella escena. Seguramente había pensado cualquiera, pero era lo que menos te importaba. Fue así que te adentraste más a la casa y comenzaste a saludar a todos muy cálidamente. Cuando llegaste a él, lo saludaste pero fríamente. Para tu desgracia ya estaban todos acomodados. El único lugar que quedaba libre era junto a Peter. ‘Esto no me puede estar pasando’ –pensaste-. Pero rápidamente, al notar que Peter venía hacia vos para hablarte, le pediste a Gas si no te cambiaba el lugar para sentarte junto a la rubia. Él sin ningún problema asintió y te acomodaste al lado de tu amiga. Allí comenzaron a hablar muy animadamente. Hasta que en un momento te comentó la cara de Peter al realizar aquel pedido. Vos solo respondiste con un ‘No tengo ganas de estar cerca de él, ni hablarle ni nada…’. Ella comprendió rápidamente y cambiaron de tema.
La noche se pasó un poco rápido, y la cena también. La verdad que se había hecho muy placentera la comida entre jodas, chistes, anécdotas, indirectas, miradas incómodas, etc, etc. Pero en fin, mientras estaban tomando el helado de postre, Peter, en una mezcla de incomodidad y timidez se paro y se dirigió hacia todos ustedes. Vos, por tu parte no lo miraste, solo te dedicaste a tomar el helado.

Peter: Bueno… -dijo y suspiró- Creo que esto es muy difícil para mi pero creo que es mi deber como compañero de banda y como un empleado (por los representantes y productores) decirles algo muy importante… -y sistemáticamente todos lo miraron. Vos lo escuchabas pero no te atrevías a hacerlo- En todo este tiempo que paso me pasaron muchas cosas… -comentó e hizo una pausa- pero especialmente fue una la que me hizo tomar una decisión muy importante para mí… -agregó y vos lo miraste. Él solo miraba a los demás-
Santiago (productor): Habla Peter, qué pasa? Nos estas asustando… -Acotó y Peter lo miró-
Peter: Bueno… -dijo, tomo aire y continuó- emm… me voy –vos automáticamente lo miraste confundida al igual que todos-. Y prefiero avisarles antes de irme sin despedirme ni saber el por qué de mi viaje… -Enseguida comenzó el cuestionamiento. A él se lo notaba un tanto triste-
Rochi: Pero por qué te vas Peter? –Preguntó la rubia un poco preocupada- Lo pensaste bien por lo… -la interrumpió-
Peter: Sí, Rochi. Lo pensé y creo que va a ser lo mejor alejarme un poco de todo esto… -Dijo y te miró rápidamente para luego bajar su cabeza- Y yo sé que pensarán que los voy a dejar en banda con la banda pero créanme que si decido irme ahora es porque sé que ustedes se las van a saber arreglar sin mi… -Dijo y todos tenían sus ojos cristalinos- No me miren asi, por favor… -Pidió y su voz se tornó gangosa- Seguramente ahora no van a entender por qué me voy pero cuando llegue el momento indicado se los explicaré… -concluyó y nadie dijo nada- hasta que Nico se atrevió a hablar-
Nico: Y por cuánto tiempo te irías? –Preguntó muy confundido-
Peter: No lo sé… -Contestó- El tiempo que sea necesario, quizás… -agregó- Ojalá algún dia puedan entenderme y no se enojen conmigo… -Recalcó y bajó su cabeza- Permiso… -Dijo y se dirigió hacia el gran jardín de la casa. Vos te habías quedado completamente anonadada, sorprendida, sin palabras-

Todos en la casa habían quedado en el mismo estado de shock que vos. Nadie se animaba a decir nada porque tampoco entendían mucho. Pero a los pocos minutos todos comenzaron a comentar y hablar entre ellos. Mientras tanto a vos no te salió otra cosa que dirigirte hacia donde estaba Peter y sacarte esa duda que te había quedado después de aquella confesión. Y tal como te lo esperabas, lo encontraste sentado en el borde de la pileta, con sus piernas flexionadas y un tanto pensativo. Fue ahí cuando te acercaste quedando a pocos metros de distancia, te detuviste detrás de él, quedándote para y con tus manos en el bolsillo hasta que hablaste…

Lali: No es necesario alejarte para olvidarte de todo sabes? –Comentaste un tanto seca, lo debías admitir. Él levantó su cabeza y no habló- Digo… si te vas por lo que pasó entre nosotros no creo que sea la mejor solución… -Concluiste y él miró para un costado. Enseguida notaste algo raro en él. Nunca lo habías visto así y te ponía nerviosa verlo de esa forma tan extraña-
Peter:…

Continuará.

No hay comentarios:

Publicar un comentario