Capítulo N° 98 (Noventa y ocho):
Lali: Con
Poli se terminó todo… -Expresó y vos te sorprendiste- Igual, no quiero hablar
de eso ahora… -Dijo y asentiste entendiendo- Ahora quiero saber una sola cosa y
que me contestes con sinceridad… -Recalcó y la miraste atento- Vos… -hizo una
pausa- me seguís amando? –Preguntó expectante y vos te quedaste estupefacto
ante esa pregunta-
Peter:
Lali, yo… -Hiciste una pausa y bajaste tu cabeza pero ella fue más rápida y te
interrumpió-
Lali: Lali
nada… -Sentenció y vos la miraste- Respondeme la pregunta que te hice…-Reclamó-
Te pedí que seas sincero conmigo Peter asique necesito que me contestes, por
favor… -Pidió con la voz clara-
Peter:
Lali… -hiciste una pausa- Yo a vos te sigo amando… -Y ella sonrió con una
mezcla de timidez y alegría- Pero también… -Dijiste y suspiraste- Lali… -Ella
te miró expectante- siento cosas por Paula... No te lo puedo negar… -Admitiste
y ella enarcó sus cejas para después sonreír algo sorprendida y bajar su
cabeza-
Lali: Está
todo bien… -Dijo algo cabizbaja- No pasa nada…-Agregó y te miró con los ojitos
brillosos- Es mejor que dejemos las cosas como están y sigamos con nuestras
vidas… -Expresó y vos la miraste atento- Las cosas ya están aclaradas entre
nosotros asique está todo más que bien, enserio? –Te miró y sonrió apenas para
luego pararse y agarrar sus zapatos-
Peter:
Lali… -Dijiste y ella se volteó para mirarte- Perdoname como te traté en mi
casa la otra vez… -Recalcaste y te paraste frente a ella- Estaba un poco sacado
y bueno, creo que se me fue un poco la mano… -Reconociste y ella asintió
sonriendo- Pero eso tampoco quita que lo que te dije sea verdad… -Agregaste y
ella te miró algo desilusionada- Igual, ya está. Quedate tranquila que lo que
menos quiero es lastimarte ni que los dos la pasemos mal por esta situación…
-Aclaraste y ella sonrió… forzadamente-
Lali: Está
todo bien Peter… -Reiteró- Ya te lo dije… -Agregó y vos sonreíste algo
satisfecho- Y mejor vamos antes de que me arrepienta… -Concluyó y ambos rieron
para caminar juntos hacia adentro-
Fue así que ambos, una vez en la
parte de adentro del boliche, hicieron la suya pero, esta vez, sin
preocupaciones de nada ni nada mala onda con nadie.
Vos, por tu parte, te dirigiste
hacia el lugar donde se encontraba tu chica, la agarraste del brazo
desprevenida y la besaste intensamente. Así, te dispusiste a disfrutar de lo
que quedaba del resto de la noche sin importarte nada ni nadie.
Lali.
La verdad es que no podías creer
cómo había cambiado todo de un momento para otro con respecto a Peter pero te
había hecho bien esa charla que habían tenido y que se debían hace mucho
tiempo. Y aunque vos querías estar bien de otra manera con él, te conformabas con
saber que por parte de él estaba todo más que bien con vos aunque tenías que
admitir que te daban esos celos permanentes de verlo tan contento y a los besos
con Paula. Pero también tenías que reconocer que si las cosas con él estaban
como estaban eran por culpa tuya asique no te podías quejar.
En fin, esa noche habías vuelto a
tu casa totalmente rendida pero con algo de alegría por otro lado. Y fue con
una pequeña sonrisa que te dormiste aquella noche cálida y con la imagen de
fondo de la luna llena completamente deslumbrante y hermosa que podías ver
desde la ventana de tu habitación.
…
Los días fueron pasando normalmente
y siempre con la misma rutina. Aunque aquello se hacía más pesado con el calor
sofocante de por medio.
Hoy, te encontrabas en un nuevo día
empezando la mañana a puro deporte. Hacía bastante ya que habías decidido
comenzar nuevamente con la actividad física que habías abandonado por falta de
tiempo.
Cuarenta y cinco minutos más tarde
regresaste a tu casa con tu botella en mano para meterte directamente bajo la
ducha algo fría. Hacía bastante calor asique no lo pensaste dos veces. Al salir
luego de varios minutos, almorzaste algo y decidiste limpiar un poco la casa ya
que la tenías algo descuidada últimamente. Cuando terminaste, decidiste ir a
cambiarte ya que en menos de media hora tus amigos pasarían a buscarte para ir
a lo de Peter. Todos habían acordado de pasar una tarde de sol con amigos y
pileta. El mejor plan, sin dudas.
Después de ponerte la bikini y
demás, preparaste un bolsito con lo indispensable, tomaste las llaves y el
celular y bajaste hacia el living para esperar a los chicos. No pasaron muchos
minutos cuando el timbre de tu casa sonó y atendiste inmediatamente. Allí
estaba Nico, a quien saludaste con un cálido abrazo, cerraste tu casa y te
subiste al auto de éste, donde se encontraban el resto de tus amigos. Así, y
casi en familia, partieron hacia lo de Peter.
Minutos antes…
Peter.
Estabas metido en la pileta nadando
de un lado a otro e intentando saciar el calor cuando viste a Paula salir al
jardín con un libro en manos y algo vestida para tu gusto. Claro, ella te había
confesado que no le agradaba mucho mostrar su cuerpo y era por eso que cuando
iba a la playa o demás siempre andaba con la parte de arriba de la bikini pero
con un pareo en la parte inferior. Y era así como había salido al jardín en ese
momento.
Al salir, notaste que lo primero
que hizo fue sentarse en la reposera, abrir el libro que traía en sus manos y
concentrarse en él. Vos te sorprendiste ante esto asique no tardaste en hablar…
Peter: No te pensas meter?
–Preguntaste algo sorprendido-
Paula: A la pileta? –Preguntó, vos
asentiste- No, paso… Gracias… -Y rió algo irónica para volver su vista al
libro-
Peter: Sos una amarga… Sabias?
–Bromeaste y ella ni siquiera te miró- Bueno, esta bien… -Dijiste y saliste de
la pileta- Si no te metes por las buenas… -Y te acercaste a ella todo empapado-
Te vas a tener que meter por las malas… -Completaste y la tomaste del brazo
para conducirla a vos y ella te arisqueó-
Paula: Me soltas o no te hablo más
en tu vida… ok? –Se quejó y te clavó una mirada fulminante. Vos le hiciste caso
porque si conocías algo bien de ella era su carácter que era muy especial-
Fue así que ante la respuesta de tu
chica, te volviste a la pileta algo frustado pero inmediatamente pensaste una
estrategia para que de una vez por todas se saque ese miedo que tenía de
mostrar su cuerpo. Una vez que lo pensaste, lo pusiste en marcha rápidamente.
Peter: Pau… -Dijiste y ella te miro-
Paula: Qué querés Peter? No me vas
a convencer eh… -Contestó y vos reíste algo irónico-
Peter: Te iba a pedir el protector…
-Dijiste y ella mordió su labio inferior- Me lo pasas? Está ahí, al lado tuyo…
-Avisaste, ella cumplió ante tu pedido y te lo alcanzó pero antes de que
puediera hacer algún tipo de rechazo la tomaste de la muñeca al agarrar el
protector y ella te miró- Ahora sí que no te me vas a escapar… -Dijiste entre
una mezcla de maldad y canchero-
De esa forma, la impulsaste desde
la muñeca que le tenías sujetada y la tiraste al agua no sin antes escuchar un
grito por parte de ella antes de caer. Al salir ella se volteó y te miró.
Pensaste que se había enojado.
Paula: A veces te mataría, te juro…
-Dijo y rió. Vos sonreíste de costado y la tomaste de la cintura-
Peter: Sabía que no te ibas a
resistir a mis encantos… -Bromeaste y ella mordió su labio inferior- Además no
sé si me hubieras matado eh… -Cancheraste y ella enredó sus manos en tu cuello-
Paula: Sí, te hubiera
matado…-Confirmó y vos la miraste confundido- Pero a besos… -Concluyó,
sonreíste al igual que ella y te acercaste para chocar tus labios con los de
ella muy tierna y suavemente a la vez-
Después de varios segundos de
besarse en el agua ambos se percataron que tus amigos estaban parados mirando
la situación algo tensos. Claro, Lali estaba con ellos y al ver eso salió
corriendo para adentro de la casa. Vos te separaste de Paula, saliste de la
pileta con ella, te acercaste a los chicos, los saludaste amablemente al igual
que tu chica y con un ‘Permiso, ya vengo’ , te adentraste a la casa en busca de
Lali.
Continuará.
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