13 de febrero de 2012

Capítulo N° 106


Capítulo N° 106 (Ciento seis):

Te quedaste parado y pensativo por unos segundos luego de aquella confusa situación hasta que recordaste que habías dejado a Paula en tu habitación sola y seguramente, enojada por tu actitud. Por eso mismo fue que rápidamente subiste las escaleras, tomaste aire antes de entrar a tu cuarto y luego, finalmente ingresaste. Allí estaba ella, sentada en tu cama, ya vestida y esperándote. Vos la miraste con culpa y ella te miró para luego sonreír.

Peter: ¿Querés hablar? –Preguntaste algo nervioso e incómodo, no podías negarlo. Ella asintió con una leve sonrisa, lo que te extraño-
Paula: Veni… -Te dijo y dio dos palmadas en la cama para que te sentaras a su lado. Vos lo hiciste-
Peter: Pau yo… -Dijiste con tu voz algo ronca pero ella te interrumpió-
Paula: No Peter, deja hablarme a mi primero, por favor… -Pidió, ambos se miraron y luego asentiste- Bueno, lo que te quería decir es que yo no te voy a culpar de nada sabes? –Y vos la miraste sorprendido y confundido- Yo sé que lo que pasó recién no estuvo bueno…-Vos bajaste tu mirada un tanto arrepentido- Pero no te preocupes porque está todo más que bien… -Aclaro y vos la miraste sin entender- Mira Peter…-Hizo una pausa y suspiró- Yo sé perfectamente que la que elegí estar con vos fui yo y ninguno de los dos tenemos la culpa de que habernos dejado llevar por lo que sentíamos en ese momento…-Vos la mirabas atenta mientras ella te tomó de las manos- Pero yo sabía que esto podía llegar a pasar…-Agregó y vos la miraste un tanto decepcionado. Te sentías una basura- Sabía perfectamente que vos nunca te ibas a olvidar de Lali…-Y enarcó sus cejas- O me equivoco? –Consultó mirándote fijo. Vos asentiste e ibas a hablar pero ella no lo permitió- No para, déjame que termine…-Dijo y suspiró- Lo que yo te quiero decir es que no estoy enojada ni resentida ni mucho menos… -Vos la mirabas con tus ojos cristalinos- Y, sinceramente... -Dijo y colocó una mano en su pecho- te agradezco por todos los momentos hermosos que me hiciste pasar y te juro que nunca en la vida me voy a olvidar de vos…-Se sinceró y sonrió. Vos también aunque algo más tímido- Me prometes una cosa? –Vos asentiste- Promete que vas a buscar a Lali, vas a convencerla de estar con vos y van a ser felices…-Dijo y vos bajaste la mirada- Prometemelo…-Sentenció y vos la miraste-
Peter: Te lo prometo…-Dijiste con tu voz algo ronca aun y le dedicaste una pequeña sonrisa-
Paula: Ella es el amor de tu vida Peter… -Dijo y vos la miraste atento- Eso se nota de acá a diez mil kilómetros y quiero que luches por ella y que no bajes los brazos…-Derramaste una lagrima- Yo no creo que las cosas no se puedan solucionar… Si ustedes se aman de verdad van a salir adelante y al final del camino van a ser felices…-Concluyó, vos sonreíste y automáticamente la abrazaste- No me llores ché, resultaste flojito eh…-Bromeó y salieron del abrazo para reírse juntos-
Peter: Gracias Pau…-Dijiste cómo pudiste- Enserio, sos una mina que vale oro…-Hiciste una pausa, bajaste la cabeza algo avergonzado y retomaste- Y perdón si no pude valorarte como debía pero…-Te interrumpió-
Paula: Shh…-Dijo y colocó un dedo sobre tus labios- No digas mas nada… Quedémonos con lo lindo y maravilloso de habernos conocido y haber vivido lo que vivimos si?  -Vos asentiste- Bueno, entonces…-Hizo una pausa y te miró fijo- ¿Amigos? –Preguntó sonriente-
Peter: Amigos… -Afirmaste sonriente también y ambos se abrazaron una vez más-
Paula: Bueno, me voy a bañar si? –Vos asentiste- Nos vemos después…-Te dijo y volviste a asentir-

Fue asi que con un último beso por parte suya en tu mejilla ella se retiró de la habitación mientras vos te habías quedado un tanto confundido, sorprendido, anonadado… no sabías cómo llamarlo. Lo cierto era que había transcurrido todo tan rápido que ya no sabías qué pensar pero lo único que tenías en claro era que Paula había tenido el coraje suficiente como para encararte  y aclarar las cosas de una por todas. En ese momento, la admirabas. Era admirable la valentía que tenía esa mujer y de eso, a vos, no te cabían dudas.
Pero de lo que sí estabas realmente preocupado era por el estado de Lali. No sabías qué reacción podría haber tomado al verlos a Paula y a vos en esa situación. Querías verla en este mismo momento para hablar y estar con ella. Ya estabas harto de esta situación de estar siempre a las idas y a las vueltas. Era por eso que querías ponerle punto final a esto y ordenar las cosas en su lugar. Estabas decidido que mañana, luego de la entrevista en la radio, hablarías con ella.
En fin, todo eso pensabas cuando ya te encontrabas metido en tu cama, preparado para dormir aunque lo que menos podías era eso. Pero finalmente, luego de varios minutos, y luego de haberte maquinado por un buen rato, te dormiste profundamente en la tranquilidad de la noche.

Al otro día te despertaste a causa del atormentador ruido del despertador, lo que indicaba que era hora de levantarse y comenzar con un nuevo día de trabajo.
De forma muy perezosa, te levantaste de la cama, te dirigiste al baño, te higienizaste como correspondía y luego volviste a tu habitación para vestirte tranquilo. Una vez listo, bajaste hacia la planta baja de tu casa y te dirigiste directamente a la cocina. Allí la encontraste a Paula que justo estaba preparando la mesa de desayuno.

Peter: Ah, Pau… ¿Como estas? –Preguntaste y la saludaste. Se la veía al igual que siempre, feliz-
Paula: Muy bien, ¿vos? –Preguntó y sonreíste-
Peter: Igual que vos…-Respondiste y ambos rieron- Gracias por lo de ayer… Me sirvieron mucho tus palabras… -Remitiste y ella sonrió-
Paula: De nada, sabes que a pesar del poco tiempo aprendi a quererte mucho y podes contar conmigo cuando quieras…-Te miró fijo a los ojos y ambos sonrieron-
Peter: Gracias…-Volviste a decir y se quedaron un segundos en silencio- ¡Que bien se ve ese desayuno! –Exclamaste mirando la mesa- Lástima que me tengo que ir… -Lamentaste y la miraste-
Paula: ¿Ya te vas? –Cuestionó y vos asentiste-
Peter: El trabajo me reclama…-Ambos rieron y tomaste una medialuna que había servida en la mesa- Nos vemos, suerte…-Dijiste, la saludaste con un beso en la mejilla y saliste de tu casa-

Ni bien subiste al auto, aceleraste y te encaminaste rumbo a la productora. Alli habían acordado de encontrarse todos.
Luego de varios minutos llegaste, te bajaste del auto, caminaste por todo el estacionamiento, prácticamente, y fuiste hasta adentro del edificio. Allí te encontraste con todos tus compañeros, productores y representantes incluida ella. Cuando te acercaste a saludarla le hablaste. Ella ni siquiera te miraba.

Peter: ¿Podemos hablar? –Consultaste-
Lali:…

Continuará.

1 comentario: