Capítulo N° 106 (Ciento seis):
Te quedaste parado y pensativo por
unos segundos luego de aquella confusa situación hasta que recordaste que
habías dejado a Paula en tu habitación sola y seguramente, enojada por tu
actitud. Por eso mismo fue que rápidamente subiste las escaleras, tomaste aire
antes de entrar a tu cuarto y luego, finalmente ingresaste. Allí estaba ella,
sentada en tu cama, ya vestida y esperándote. Vos la miraste con culpa y ella
te miró para luego sonreír.
Peter: ¿Querés hablar? –Preguntaste
algo nervioso e incómodo, no podías negarlo. Ella asintió con una leve sonrisa,
lo que te extraño-
Paula: Veni… -Te dijo y dio dos
palmadas en la cama para que te sentaras a su lado. Vos lo hiciste-
Peter: Pau yo… -Dijiste con tu voz
algo ronca pero ella te interrumpió-
Paula: No Peter, deja hablarme a mi
primero, por favor… -Pidió, ambos se miraron y luego asentiste- Bueno, lo que
te quería decir es que yo no te voy a culpar de nada sabes? –Y vos la miraste
sorprendido y confundido- Yo sé que lo que pasó recién no estuvo bueno…-Vos
bajaste tu mirada un tanto arrepentido- Pero no te preocupes porque está todo
más que bien… -Aclaro y vos la miraste sin entender- Mira Peter…-Hizo una pausa
y suspiró- Yo sé perfectamente que la que elegí estar con vos fui yo y ninguno
de los dos tenemos la culpa de que habernos dejado llevar por lo que sentíamos
en ese momento…-Vos la mirabas atenta mientras ella te tomó de las manos- Pero
yo sabía que esto podía llegar a pasar…-Agregó y vos la miraste un tanto decepcionado.
Te sentías una basura- Sabía perfectamente que vos nunca te ibas a olvidar de
Lali…-Y enarcó sus cejas- O me equivoco? –Consultó mirándote fijo. Vos
asentiste e ibas a hablar pero ella no lo permitió- No para, déjame que
termine…-Dijo y suspiró- Lo que yo te quiero decir es que no estoy enojada ni
resentida ni mucho menos… -Vos la mirabas con tus ojos cristalinos- Y,
sinceramente... -Dijo y colocó una mano en su pecho- te agradezco por todos los
momentos hermosos que me hiciste pasar y te juro que nunca en la vida me voy a
olvidar de vos…-Se sinceró y sonrió. Vos también aunque algo más tímido- Me
prometes una cosa? –Vos asentiste- Promete que vas a buscar a Lali, vas a
convencerla de estar con vos y van a ser felices…-Dijo y vos bajaste la mirada-
Prometemelo…-Sentenció y vos la miraste-
Peter: Te lo prometo…-Dijiste con
tu voz algo ronca aun y le dedicaste una pequeña sonrisa-
Paula: Ella es el amor de tu vida
Peter… -Dijo y vos la miraste atento- Eso se nota de acá a diez mil kilómetros
y quiero que luches por ella y que no bajes los brazos…-Derramaste una lagrima-
Yo no creo que las cosas no se puedan solucionar… Si ustedes se aman de verdad
van a salir adelante y al final del camino van a ser felices…-Concluyó, vos
sonreíste y automáticamente la abrazaste- No me llores ché, resultaste flojito
eh…-Bromeó y salieron del abrazo para reírse juntos-
Peter: Gracias Pau…-Dijiste cómo
pudiste- Enserio, sos una mina que vale oro…-Hiciste una pausa, bajaste la
cabeza algo avergonzado y retomaste- Y perdón si no pude valorarte como debía
pero…-Te interrumpió-
Paula: Shh…-Dijo y colocó un dedo
sobre tus labios- No digas mas nada… Quedémonos con lo lindo y maravilloso de
habernos conocido y haber vivido lo que vivimos si? -Vos asentiste- Bueno, entonces…-Hizo una
pausa y te miró fijo- ¿Amigos? –Preguntó sonriente-
Peter: Amigos… -Afirmaste sonriente
también y ambos se abrazaron una vez más-
Paula: Bueno, me voy a bañar si?
–Vos asentiste- Nos vemos después…-Te dijo y volviste a asentir-
Fue asi que con un último beso por
parte suya en tu mejilla ella se retiró de la habitación mientras vos te habías
quedado un tanto confundido, sorprendido, anonadado… no sabías cómo llamarlo.
Lo cierto era que había transcurrido todo tan rápido que ya no sabías qué
pensar pero lo único que tenías en claro era que Paula había tenido el coraje
suficiente como para encararte y aclarar
las cosas de una por todas. En ese momento, la admirabas. Era admirable la
valentía que tenía esa mujer y de eso, a vos, no te cabían dudas.
Pero de lo que sí estabas realmente
preocupado era por el estado de Lali. No sabías qué reacción podría haber
tomado al verlos a Paula y a vos en esa situación. Querías verla en este mismo
momento para hablar y estar con ella. Ya estabas harto de esta situación de
estar siempre a las idas y a las vueltas. Era por eso que querías ponerle punto
final a esto y ordenar las cosas en su lugar. Estabas decidido que mañana,
luego de la entrevista en la radio, hablarías con ella.
En fin, todo eso pensabas cuando ya
te encontrabas metido en tu cama, preparado para dormir aunque lo que menos
podías era eso. Pero finalmente, luego de varios minutos, y luego de haberte
maquinado por un buen rato, te dormiste profundamente en la tranquilidad de la
noche.
…
Al otro día te despertaste a causa
del atormentador ruido del despertador, lo que indicaba que era hora de
levantarse y comenzar con un nuevo día de trabajo.
De forma muy perezosa, te
levantaste de la cama, te dirigiste al baño, te higienizaste como correspondía
y luego volviste a tu habitación para vestirte tranquilo. Una vez listo,
bajaste hacia la planta baja de tu casa y te dirigiste directamente a la
cocina. Allí la encontraste a Paula que justo estaba preparando la mesa de
desayuno.
Peter: Ah, Pau… ¿Como estas? –Preguntaste
y la saludaste. Se la veía al igual que siempre, feliz-
Paula: Muy bien, ¿vos? –Preguntó y
sonreíste-
Peter: Igual que vos…-Respondiste y
ambos rieron- Gracias por lo de ayer… Me sirvieron mucho tus palabras…
-Remitiste y ella sonrió-
Paula: De nada, sabes que a pesar
del poco tiempo aprendi a quererte mucho y podes contar conmigo cuando
quieras…-Te miró fijo a los ojos y ambos sonrieron-
Peter: Gracias…-Volviste a decir y
se quedaron un segundos en silencio- ¡Que bien se ve ese desayuno! –Exclamaste
mirando la mesa- Lástima que me tengo que ir… -Lamentaste y la miraste-
Paula: ¿Ya te vas? –Cuestionó y vos
asentiste-
Peter: El trabajo me reclama…-Ambos
rieron y tomaste una medialuna que había servida en la mesa- Nos vemos,
suerte…-Dijiste, la saludaste con un beso en la mejilla y saliste de tu casa-
Ni bien subiste al auto, aceleraste
y te encaminaste rumbo a la productora. Alli habían acordado de encontrarse
todos.
Luego de varios minutos llegaste,
te bajaste del auto, caminaste por todo el estacionamiento, prácticamente, y
fuiste hasta adentro del edificio. Allí te encontraste con todos tus
compañeros, productores y representantes incluida ella. Cuando te acercaste a
saludarla le hablaste. Ella ni siquiera te miraba.
Peter: ¿Podemos hablar?
–Consultaste-
Lali:…
Continuará.
Me encanta esta nove !!!!!
ResponderEliminar@eti2311