13 de febrero de 2012

Capítulo N° 102


Capítulo N° 102 (Ciento dos):

Paula: Ah, no sé… Ya se va a enterar en la fiesta Señor, no sea ansioso… -Bromeó y te volvió a dar un pico- Y vos? ¿Qué pensas ponerte? –Indagó curiosa entre besos-
Peter: Ah no sé… Ya me vas a ver en la fiesta… -Retrucaste y ella sonrió ante tu actitud-
Paula: Bueno, está bien. Pero lo único que espero es que no te confundas de persona eh… -Bromeó con algo de ironía y vos la miraste desentendido-
Peter: Por qué me decís eso Pau? –Preguntaste confundido-
Paula: No, por nada en especial. Solo te estaba haciendo un chiste… -Contestó y te dio un pico. No habías entendido su chiste pero no querías hacer un planteo de aquello-
Peter: Bueno, me voy a bañar… -dijiste entre besos-
Paula: Querés que nos bañemos juntos? –Vos te separaste y la miraste algo nervioso- Es un chiste amor… -Dijo y rió. Vos también pero con los nervios de por medio- Anda si querés… -Dijo y se alejó de vos-
Peter: Te… -Ella te miró expectante a lo que ibas a decir- Quiero… -Completaste finalmente y ella te miró algo desilusionada-
Paula: Yo también… -Respondió disimuladamente y vos te fuiste arriba-

Te sentías un estúpido y lo sabías pero tampoco podías decirle algo que no sentías solo por el simple de hecho de dejarla conforme. Querías ser justo, aunque eso te jugaba un poco en contra.
En fin, luego de estar diez minutos en la ducha, saliste, te vestiste tranquilo en tu habitación, bajaste hacia la cocina, cenaste junto a tu novia y a tu madre en la tempestad de la noche y finalmente, te fuiste a descansar ya que te encontrabas muy cansado.

La semana había transcurrido normal y rápidamente, con tus ensayos, entrevistas y demás compromisos de por medio pero a pesar de la demanda que aquello te provocaba te llenaba el alma hacerlo.
A tal punto habían pasado los días que hoy ya te encontrabas en día Sábado, día de la gran fiesta de disfraces en el famoso ‘Barco de la aventura’. Era por ello que ya estabas preparándote en tu habitación. Por suerte Paula no se encontraba en la casa. No querías que te viera ya que querías darle una sorpresa.
Los minutos corrían y vos ya te encontrabas en la puerta de tu casa a punto de salir para la fiesta. Pero claro, te faltaba el último detalle. Te olvidabas la máscara con la cual taparías tu rostro y no te reconocerían, o por lo menos, eso era lo que creías vos.
En fin, una vez listo definitivamente, saliste de tu casa y tomaste un taxi. No podías ir en auto, claramente. Tras veinte minutos, contados por reloj, llegaste al lugar convenido y tu expresión de sorpresa se hizo notar enseguida tu rostro. Definitivamente, tus productores tenían un gran gusto en realizar este tipo de fiestas. Deslumbrado como estabas, le pagaste al tachero y bajaste del taxi. Observaste por unos segundos la iluminación y la gran cantidad de gente que podía verse en el barco y luego comenzaste a caminar hacia éste para adentrarte al mismo.
Una vez que llegaste pasaste entre toda la gente, no sin antes colocarte el antifaz, y comenzaste a buscar a alguien conocido. Y sí, a vos solo se te podía ocurrir buscar a tus conocidos o amigos en una fiesta de DISFRACES. Pero igual, seguiste intentando y te quedaste parado en la mitad de la pista, por así decirlo, tratando de divisar a alguien. Era cuestión de probar suerte.

Lali.
Luego de haber estado casi todo el día preparándote para la mega fiesta de disfraces de tus productores, una vez alistada decidiste partir. No querías esperar un segundo más.
Fue así que, con tu máscara en mano, saliste de tu casa y rápidamente tomaste un taxi hacia tu destino de esta noche. Luego de varios minutos llegaste y te quedaste totalmente anonadada ante la gran fiesta que se había producido en el barco. Realmente los productores se habían pasado con esta magnífica velada. Se podría decir que era una fiesta totalmente distinta a las que habitualmente los tenías acostumbrado la producción.
Después de contemplar el lugar por extensos segundos, decidiste encaminarte hacia el lugar de la fiesta. Antes de ingresar, por supuesto, colocaste tu antifaz y luego, finalmente, te metiste entre la muchedumbre pero tan solo unos metros porque te detuviste para buscar entre toda la gente a algún conocido o a algunos de tus amigos. No pasaron ni dos segundos que enseguida registraste a Peter, en el medio de la pista, parado solo como buscando a alguien. Sonreíste al verlo, su silueta era inconfundible. Encima, estaba disfrazado de Romeo. ¿Y vos? Vos de Julieta, ¡Qué casualidad!. Igualmente, estaba hermoso.
No lo pensaste dos veces cuando decidiste acercarte a él. Por suerte estaba a espaldas tuyo asique lograste sorprenderlo.

Lali: Hola Romeo… -Dijiste sonriente y él se dio vuelta como confundido-
Peter: Perdon… -Hizo una pausa, te miró algo extrañado y continuó- Te conozco? –Preguntó intrigado-
Lali: No sé, averígualo vos… -Dijiste en tono de interesante y él sonrió-
Peter: Haber… -Dijo y te miró- Qué se supone que tengo que hacer para averiguar quién sos? –Interrogó intrigado nuevamente-
Lali: No sé, sácame a bailar por ejemplo… -Soltaste en confianza y él rió para luego bajar su cabeza-
Peter: Bueno, haber… -Hizo una pausa y extendió su mano- Me permite esta pieza Señorita? –Preguntó como un caballero y vos tomaste su mano muy sonriente-
Lali: Con mucho gusto Romeo… -Dijiste y ambos se miraron para luego acercarse y el bailar la melodía lenta que sonaba de fondo-

De esa forma bailaron muy pegados duranto un rato, divirtiéndose y hablando hasta que él se separó apenas y te miró.

Peter: Tu voz… -Dijo y vos tragaste saliva- Tu voz me suena familiar… -Confesó y vos bajaste tu mirada-
Lali: Puede ser… -Dijiste algo nerviosa- Seguimos bailando? –Preguntaste y él negó-
Peter: Quiero saber quién sos… -Dijo y te miró serio- Tu olor, tu voz, tu forma de hablar, tus ojos… -hizo una pausa como extrañado y clavándote la mirada- Me parecen conocidos… -Dijo y volviste a tragar saliva- ¿Quién sos? –Reiteró y vos bajaste tu mirada-
Lali: Ya te dije, descubrí vos quien soy… -Respondiste hábil y él te miró confundido-
Peter: Vos si sabes quién soy yo? –Preguntó, vos sonreíste y asentiste- ¿No me habrás confundido con otro flaco? –Interrogó y vos negaste-
Lali: Sé perfectamente quién sos… -Confesaste con tu voz clara y te acercaste a él para quedar a milímetros de distancia- El amor de mi vida sos… -Dijiste y terminaste con la poca distancia que los acortaba para concluir en un beso-

Y una vez más te la estabas jugando por lo que realmente sentías. Necesitabas tenerlo cerca y sobre todo necesitabas de sus besos. Creías que eso era lo que te había llevado a besarlo y decirle lo que le habías dicho.
El beso era sumamente delicado y suave. Vos tenías tus manos posicionadas en su cara y su nuca jugando con su poco pelo mientras él te tomó desde el primer instante de la cintura rodeándola. Te encantaba estar así con él y era evidente que extrañabas sus besos porque no podías soltarte. Encima, en todo momento, te trataba con ternura. Sin dudas, estabas disfrutando de aquel momento como nunca lo habías hecho en tu vida.

Continuará.

No hay comentarios:

Publicar un comentario