Capítulo N° 91 (Noventa y uno):
Peter: Te dijo que la sueltes
flaco… -Gritaste y le pegaste una piña. Él cayó al suelo, tocó la herida que le
habías causado en boca, miró la sangre, te miró fulminante y enceguecido se
paró para golpearte pero fuiste más rápido y le pegaste una trompada en el
abdomen- Eso es para que aprendas a no maltratar a las mujeres… -Dijiste y te
diste vuelta para mirar a Lali pero no alcanzaste a decir nada que él te volteó
del hombro y te encagó un piña en la nariz-
Poli: Y eso es para que aprendas a
no meterme en lo que no te importa… -Retruco y vos te paraste rápido pero no
alcanzaste a pegarle porque Paula te frenó y te agarró para que no siguieran
peleando. Mientras tanto Lali, lo detuvo a Poli y ustedes se quedaron
enfrentados mirándose- Esto no va a quedar así… -Desafió-
Peter: Cuando quieras y donde
quieras… -Retrucaste y él te miró fulminante-
Paula: Bueno, la terminan los dos…
BASTA! –Gritó. Toda la gente a su alrededor estaba mirando la situación- Qué
quieren? Pasar papelones? Está todo el mundo mirando… -Los retó. Lali la miró-
Lali: Si, Paula tiene razón… Mejor
llevátelo… -Le dijo a Paula por mí- Yo me lo llevo a Poli para afuera… -Agregó
y ambos salieron a través de la puerta hacia el patio-
Paula: Qué te pasa Peter? Estás
loco? –Cuestionó muy enojada. Vos te volteaste para poder mirarla-
Peter: No pero este pibe me saca…
-Dijiste con bronca aun-
Paula: Y qué ganas con irte a las
manos Pedro? –Se quejó y llevo sus manos a su cintura-
Peter: Si, ya sé… Tenes razón…
-Admitiste- Pero cuando vi que la estaba besando a Lali a la fuerza y
toqueteándola mientras ella oponía resistencia me cebé y bueno terminamos así…
-Explicaste y ella te miro sorprendida-
Paula: Cómo que…? –Llevo sus manos
a su boca en gesto de sorpresa- Vos me estás diciendo que intentó… -hizo una
pausa y su mirada ahora de confusión. Vos asentiste- quiso abusar de ella?
–Completó y volviste a asentir-
Peter: Sí, por eso me puse así pero
ya está… -Dijiste y tocaste tu nariz que aun sangraba- Mejor vayamos a casa así
puedo curarme esto… -Agregaste y ambos rieron- Ya fue suficiente para mí todo
lo que paso hoy… -Ambos se miraron y sonrieron-
Paula: No perdes el humor ni en una
situación así vos eh… -Sentenció y vos negaste como un nene chiquito. Ella
sonrió- Bancame un segundo que llamo a un taxi… -Te dijo y se alejó de vos para
ingresar al baño para poder hablar más tranquila y sin tanto ruido. No pasaron
unos segundos cuando te giraste para dirigirte afuera y te chocaste con
Mariana-
Lali/Peter: Perdona… -Dijeron ambos
al unísono. Vos suspiraste y ella sonrió algo tímida-
Lali: Estás bien? –Preguntó y vos
la miraste- Te lastimó mucho? –Interrogó preocupada-
Peter: Este no es el golpe que más
duele… -Respondiste y suspiraste-
Lali: Gracias por defenderme… -Dijo
sin filtro y te dedicó una pequeña sonrisa- Aunque no sé por qué lo hiciste
porq… -La interrumpiste-
Peter: Cualquiera que estuviera en
mi lugar lo hubiera hecho… -Dijiste pero ni la miraste ya que tu vista se
mantenía baja- Lo que hizo Pablo es de poco caballero y de pervertido… quizás…
-Sentenciaste y ella bajo su vista un tanto arrepentida-
Lali: Poli no es malo Peter… -Te
dijo y vos soltaste un risita irónica después de mirarla con cara de ‘Me estás
jodiendo?’. Justo que le ibas a responder apareció Paula desde atrás tuyo-
Paula: Ya llegó el taxi Pe…ter…
-Dijo entrecortada al verlos hablar- Perdón si los interrumpí… -Dijo mirándolos
a los dos e hizo una pausa- Si querés quédate Peter… Yo me voy porque estoy un
poco cansada… -Ofreció y enseguida habló Lali-
Lali: Paula… -dijo e hizo una pausa-
Perdón pero necesito agradecerte por lo que hiciste hace un rato… -Dijo sincera
y le sonrió-
Paula: No es nada… Hice lo que
cualquiera hubiera hecho… -Respondió amable y te diste cuenta que contestó
exactamente lo mismo que vos. Lali también lo había notado pero solo asintió
con una sonrisa algo forzada- Bueno, me voy… -Dijo y se dio vuelta para irse
pero la tomaste del brazo-
Peter: Yo me voy con vos… -Dijiste
firme y ella asintió- Nos vemos Mariana… -Dijiste un poco frio e hiciste una
pausa- y cuídate, por favor… -La miraste obvio y ella apenas sonrió para
después asentir-
Lali: Sí, gracias –Te respondió con
su voz algo tomada- Ustedes también cuídense… -Agregó y vos supiste que te lo
había dicho por algo en especial-
Fue así que, luego de tragar saliva,
con Paula se retiraron de aquel lugar dejando a Lali parada sola y con esa
angustia que fácilmente reconocías. Te dolía verla así pero lo cierto era que a
vos te dolía mucho más lo que estaba haciendo.
En fin, una vez que salieron del
boliche, con Paula tomaron el taxi que habían pedido anteriormente y en
silencio se dirigieron a su casa. En todo el camino no habías dicho ni una sola
palabra y eso hacía que se obtenga cierta incomodidad por parte de los dos.
Pero la verdad era que vos no podías sacarte aquella imagen asquerosa y
horrible de tu cabeza.
Por suerte, en unos cuantos minutos
llegaron, le pagaron al tachero y ambos se adentraron a la casa aún sin emitir
palabra alguna. Hasta que Paula se atrevió a hablar un poco tímida y nos sacó
de esa molesta situación.
Paula: Querés qué te curé la
herida? –Preguntó mientras se posicionó frente a vos-
Peter: Si… si… -Titubeaste mientras
te sentaste en tu sillón con la mirada un poco perdida. Ella enseguida vino con
el botiquín sanitario y se sentó a tu lado- Mejor vayamos al cuarto… -Dijiste y
ella asintió mirándote un poco rara-
De esa forma ambos subieron a tu
habitación, te acostaste suavemente en tu cama, ella se sentó a tu lago
enfrentándote y se encargó de curarte la nariz que tenías lastimada a causa del
trompazo que te había dado Pablo. Ambos estaban en absoluto silencio hasta que
ella fue la encargada nuevamente de romper ese silencio.
Paula: Peter… estás bien? –Preguntó
preocupada mientras curaba tu herida. Tu mirada estaba fija en el techo-
Peter: No sé… -Respondiste y ella
suspiró-
Paula: Peter… decime la verdad…
-Dijo y esta vez la miraste con tus cejas enarcadas- Vos a Lali la defendiste
porque te pareció lo más correcto o por qué todavía la seguís queriendo?
–Interrogó directa. Vos te sentaste lentamente en la cama y quedaste cerca de
ella, a muy pocos centímetros-
Peter: Ayudame a olvidarme de ella
Pau… por favor… -Pediste un tanto triste. Ella te miró confundida-
Continuará.
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