Capítulo Nº 23 (Veintitrés):
Peter:
Sí, disculpa pasa que no la podía dejar pasar –y ambos con Nico nos reímos-
Bueno, yo solo vine a buscar mi celular y ya me iba así que los dejo tranquilos
–dije mientras busqué mi celular de arriba de la mesita de luz y me fui no sin
antes decirles una última cosita- Ah, cuídense eh –y les guiñé un ojo a ambos a
lo que ellos solo asintieron, rieron y me dieron un ‘Gracias’ de su parte-
Cuando
finalmente salí de aquella habitación me dirigí hacia la que se hospedaban Lali
y Rochi en busca de ésta última. Pero cuando entré lo que menos me imaginé es
que me iba a encontrar con Lali arreglando un bolso. Yo no dije ni una sola
palabra, solo me limité a contemplarla pero fue ella quien se dio vuelta
rápidamente para hablarme.
Lali:
Si la venís a buscar a Rochi te aviso que está abajo con los productores –me
dijo cortante sin dejar de dedicarse a lo que estaba haciendo-
Peter:
Gracias por tu buena onda eh –reproché un tanto bromeando-
Lali:
Me estás cargando? –Y me miró indignada a lo que yo negué con la cabeza- Cómo
querés que te trate después de lo que me hiciste Pedro? –Cuestionó enojada-
Peter:
Yo no te hice nada, vos te cebaste sola –Reí irónico. La verdad es que era un
caradura de primera-
Lali:
Ah no, vos me estás tomando por estúpida no? –Más enojada aún- No decímelo
porque así me entero de la clase de persona que tengo enfrente –Y me miró
fulminante. Yo no sabía qué decir. Estaba estupefacto-
Peter:
-en un tono triste- No para Lali… era un chiste… -Y me interrumpió-
Lali:
Un chiste? –Preguntó realmente sorprendida- No Peter, –negando con su cabeza-
lo que vos me dijiste no fue ningún chiste. Lo dijiste enserio y con palabras
muy hirientes –la notaba realmente dolida- Y sabes qué? –con la voz gangosa- Yo
no pensé que fueras así. Después de tantos años que venimos trabajando juntos
me di cuenta que estuve realmente ciega –Y yo negaba con mi cabeza porque no
podía creer lo que me estaba diciendo. La estaba perdiendo cada vez más- No
puedo creer en lo que te convertiste –dijo derramando varias lágrimas- Dónde
quedó el chico tierno, gracioso, simpático que siempre fuiste? –Cuestionó
acongojada- Sinceramente te desconozco Peter… -y la interrumpí-
Peter:
Lali, ese chico sigue estando –dije con la voz gangosa- solo que vos no lo
podes ver –dije con un hilo de voz- Si vos me dejaras demostrarte que ese Peter
todavía sigue intacto… -Y me interrumpió-
Lali:
No Pedro, -negó una y otra vez con su cabeza- ese Peter ya no está más –dijo
secándose algunas lágrimas- y me duele en el alma que no te des cuenta de eso y
más me duele que nuestra amistad se esté yendo al pasto de esta manera –Reclamó
lamentándose-
Peter:
No Lali… No me digas eso, por favor –Casi llorando-
Lali:
Es así Peter y vos elegiste que hoy estemos así –sentenció- Y lo lamento por la
banda pero si realmente vos querés revertir esta situación y demostrarle a
todos, porque no me interesa que me lo demuestres a mí sola que ese Peter
auténtico sigue estando hace algo por cambiar –elevando la voz y en tono muy
hiriente. Yo no respondí nada solo se armó un silencio bastante incómodo- Si no
precisas nada más te pido por favor que te vayas y me dejes en paz –Solo me
limité a mirarla con mis ojos cristalinos- No escuchaste lo que te dije Pedro?
Andate y dejame sola –Se me acercó furiosa y me fue empujando hasta la puerta
para después cerrarla muy fuerte-
Fue
en ese momento que ya una vez detrás de aquella puerta me quedé apoyada en ella
para ir deslizándome suavemente y quedar sentado. En esa posición largué en
llanto. No podía creer que esto estuviera pasando. La mujer que tanto amo me
odia, me detesta y como si fuera poco terminó con nuestra amistad que era lo
único que me permitía tenerla cerca. Pero lo peor de toda esta situación era
que me estaba diciendo la verdad. Nunca en mi vida había tratado a una mujer de
la manera en que la traté a ella y encima sabiendo que es la mujer que amo, con
la que soñé toda mi vida y así y todo me arriesgué a que ella me odie que para
mi desgracia ya lo estaba haciendo. Por eso, lo único que me salió decir en ese
momento fue:
Peter:
Te amo Lali –Llorando desconsolado- Te amo –repitió-
Cuenta
Lali:
Una
vez que eché a Peter de mi habitación, me quedé apoyada contra la puerta en la
cual me fui resbalando y quedando sentada en el suelo con las rodillas
flexionadas. Fue así que comencé a llorar con más fuerzas que antes. No podía
evitarlo ya que nunca me había pasado de pelearme así con alguien y encima que
ese alguien fuera Peter, mi amigo de toda la vida, casi como un hermano, mi
compañero de trabajo. Sinceramente y como se lo dije a él no me esperaba que ÉL
fuera el que me tratara así porque para algunos podrá ser una estupidez pero a
mí me causa mucho dolor su actitud hacia mí porque me conoce más que nadie y
sabe cómo soy y cómo me manejo y que de pronto me trate de esa manera y de la
nada me duele muchísimo. Además, yo venía sintiendo que no era el mismo que
siempre, el jodón, el alegre, el simpático, divertido como también se lo aclaré
a él. Yo tengo enfrente a un Peter completamente distinto al que conocí y eso
era lo que también me causaba un mayor dolor porque por esa persona que ya dejo
de ser es que estamos tirando nuestra amistad a la basura. En fin, en ese
estado me encontraba yo hasta que de repente siento el sonido del celular. Fue
entonces que reincorporándome de a poco fui en busca de mi teléfono el cual
atendí.
Lali:
Hola mi amor –aún con la voz gangosa pero tratando de disimular-
Benja:
Hola amor, cómo estás? –Preguntó curioso-
Lali:
Bien, vos? –Mentí mientras secaba algunas lágrimas-
Benja:
Bien, bien –Respondió- Pero… segura que vos estás bien Lali? –Preguntó
sospechando-
Lali:
Sí Benja, está todo bien. No te preocupes –Le volví a mentir-
Benja:
No amor, vos a mí no me mentís –sentenció- Estas llorando –afirmó- Qué paso? Te
hicieron algo? –Insistió preocupado-
Lali:…
Continuará.
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