Capítulo
N° 95 (Noventa y cinco):
En fin, la gente que se animaba era
muy poca hasta que por ahí viste que Peter se subió al escenario y le dijo al
dj algo en su oído en secreto. Suponías que era la canción hasta que se empezó
a escuchar el sonido de la pista de fondo. Enseguida él fue enfocado con una
luz desde arriba del escenario y las chicas comenzaron a gritar eufóricas. Y
claro, no era para menos, tenían en frente al galán de Teen Angels, según
algunos medios y se volvían locas. La mayoría eran todas adolescentes pero
también había de hasta 25 años que, juntas, aclamaban por Peter.
En fin, antes de que comience la
canción quiso dedicarle unas palabras a una persona que miraba mucho y que
estaba en la barra. Sí, era nada más ni nada menos que Paula. Ella le sonreía y
él se la devolvía. Parecían dos bobos enamorados… y tenías que admitirlo. Te
daba mucha bronca y por sobre todo, celos.
Peter: Hola a todos... –Dijo y
todas gritaban más aun- Bueno, ya que estamos acá y en una noche tan linda
quisiera dedicarles una canción pero especialmente se la voy a cantar a una
persona que es muy importante para mí y que espero, la sienta como yo la siento
en este momento… -Expresó y le sonrió. Ella estaba en la barra- Espero que les
guste… -Concluyó y comenzó con la canción-
Peter: Sólo si pudiera estar
contigo,
tú dormida entre mis brazos
y mirarte en el silencio.
Sólo si pudiera dibujarte
una escena de mis sueños
donde siempre estás presente.
Con sólo tenerte aquí
decirte lo que yó siento…
Es que me gusta tu cara, me gusta
tu pelo
soñar con tu voz
cuando dices te quiero.
Me gusta abrazarte,
perderme en tu aroma,
poder encontrar en tus ojos el
cielo.
Me gusta tu risa, me gusta tu boca
me gusta creer que por mí tú estás
loca.
Cómo quiero que sientas conmigo la
calma
y cuando llegue la noche, cuidarte
el alma.
Peter.
-Ibas bien y tranquilo pero fue en
un abrir y cerrar de ojos que volviste a mirar hacia la barra pero ya no la
pudiste divisar a ella. Sí, a Paula. En ese momento tus ilusiones se te habían
desmoronado por completo. Querías salir corriendo de allí y evitar la
humillación. Pero, de repente, algo paso. Una voz femenina, desde atrás del
escenario, cantaba la segunda parte de la canción. Rápidamente giraste y
pudiste distinguirla perfectamente. Era Paula quien, luego de ser enfocada por
la luz al igual que vos, se te fue acercando con una gran sonrisa y vos, le
respondiste de la misma manera. Inmediatamente te paraste de la banqueta y la
dejaste a un lado. Ella se acercó y vos y ambos siguieron cantando a la par de
la pista-
Paula: Como despertar en la
distancia
sin tu piel junto a la mía,
amando tu fotografía.
Podemos mandar besos con el viento,
mirar la luna al mismo tiempo y
contar un día más.
Con sólo tenerte aquí....
No sabes lo que me faltas....
Peter y Paula: Es que me gusta tu
cara, me gusta tu pelo
soñar con tu voz
cuando dices te quiero.
Me gusta abrazarte, perderme en tu
aroma,
poder encontrar en tus ojos el
cielo.
Me gusta tu risa, me gusta tu boca,
me gusta creer que por mí, tú estás
loca/o.
Como quiero que sientas conmigo la
calma
y cuando llegue la noche, cuidarte
el alma.
Y pesar de todo
Y sin darnos cuenta,
estaré en tu puerta diciéndote otra
vez…
Es que me gusta tu cara, me gusta
tu pelo
soñar con tu voz
cuando dices te quiero.
Me gusta abrazarte, perderme en tu
aroma,
poder encontrar en tus ojos el
cielo.
Me gusta tu risa, me gusta tu boca,
me gusta creer que por mí tú estás
loca/o.
Como quiero que sientas conmigo la
calma
y cuando llegue la noche, cuidarte
el alma.
-Ambos terminaron enfrentados, muy
cerca, sonriéndose como dos bobos. Fue en ese momento que vos la tomaste de la
cintura y ella enredó sus brazos en tu cuello y los dos se acercaron lentamente
para concluir con un beso. Era EL beso. El primer beso y el más ansiado.
Mientras tanto, alrededor, algunos
gritaban desaforadamente mientras que otros abucheaban y exclamaban por
‘Laliter’ pero vos no le diste importancia. Solo te limitaste a disfrutar del
momento y de ella, por supuesto porque para vos todo era como un sueño pero sin
dudas, era la realidad más linda que podías vivir-
Lali.
No podías creer lo que estabas
viendo. Todo tu mundo se te estaba derrumbando por completo. Te sentías la más
idiota al ver esa escena quedando como una tarada delante de todos. Eso sí, tus
amigas estaban ahí para apoyarte y abrazarte en todo asique no podías quejarte
porque eran fieles a vos. Pero sinceramente, nada te calmaba en este momento.
Sentías una opresión en el pecho como si no pudieras respirar. La angustia te
reprimía y eso hacía que las ganas de llorar se hicieran cada vez más presente.
Las chicas, por suerte, estaban al lado tuyo para acompañarte asique no dudaron
un segundo y te llevaron afuera para que te calmaras.
Euge: Calmate Lali… -Pidió mientras
llorabas desconsolada-
Lali: No puedo calmarme Euge…
-dijiste entrecortada por el llanto- Sabes lo difícil que es ver al amor de tu
vida besándose con otra? –Cuestionaste y ellas solo te miraban- Me pueden dejar
sola? –Dijiste y ellas negaron-
Rochi: No Lali, no te vamos a dejar
sola en este estado… -Recalcó y vos la miraste-
Lali: Por favor chicas… Necesito
estar sola… -Dijiste con cara de súplica y más calmada-
Una vez que te quedaste sola, te
dedicaste a pensar y mientras lo hacías llorabas desconsoladamente para
descargar de alguna manera todo el dolor que tenías acumulado dentro tuyo.
Estuviste un tiempito así hasta que
no pudiste más y decidiste hacer lo que en este momento te haría sentir bien,
si es que se podía. Así fue que entraste rápidamente al boliche con los gritos
de las chicas que exclamaban tu nombre ya que no sabías qué ibas a hacer. Pero
vos no las registraste y te encaminaste hacia el lugar que tenías pensado
dirigirte.
Continuará.
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