13 de febrero de 2012

Capítulo N° 66


Capítulo Nº 66 (Sesenta y seis):

Peter: Por qué te tengo que perdonar? –Preguntaste curioso-
Euge: Por esto… -Fue lo último que dijo y se abalanzó sobre vos para besarte. Sinceramente te quedaste sorprendido-
Le seguiste el beso por unos segundos ya que no sabías cómo reaccionar y te separaste.

Peter: Esto está mal… -Dijiste totalmente anonadado y bajaste la cabeza-
Euge: Perdón… Pasa que... –y la interrumpiste porque justo viste pasar a Lali con Nico-
Peter: Lali, Nico… Esperen, a dónde van? –Preguntaste porque ni te imaginabas que los habían visto-
Lali: Perdón… -Dijo fría y se paró entre medio de ustedes al igual que Nico- Te iba a avisar pero no los quise interrumpir… -Dijo irónica y los miró totalmente molesta-
Euge: Nosotros tampoco… -Dijo en su mismo tono-
Lali: Se nota… -Contestó sin filtro- Digo, parece que se estaban entreteniendo bastante bien no? –te miró y negó con su cabeza. Sus ojos ya estaban cristalinos-
Peter: Lali, yo te puedo explicar todo… -Dijiste un tanto nervioso- Nosotros… -Quisiste hablar pero ella te interrumpió-
Lali: No hace falta que me expliques nada, con lo que vi fue suficiente… -Fue lo último que dijo, con la voz algo gangosa y se retiró. Vos quisiste ir atrás de ella pero alguien te detuvo-
Nico: Si no te cago a trompadas acá es porque estamos en público y no quiero hacer papelones pero sabé que lo que hiciste fue de garca. No tenés códigos… -Dijo casi en susurro y con mucha bronca-
Peter: Te juro que todo tiene una explicación Nico pero ahora necesito hablar con Lali… -Dijiste y te fuiste casi corriendo del lugar en busca de tu novia-

Verdaderamente, no sabías cómo habían llegado a esto. Había sido todo muy rápido y la verdad que todo se había convertido en algo muy confuso para vos. Pero ahora solo te importaba encontrar a Lali y explicarle cómo fueron las cosas.
Por suerte, saliste a tiempo porque justo la viste salir caminando en dirección a su casa.

Peter: Lali, espera… -Gritaste y ella ni siquiera se volteó. Era evidente que no quería escucharte- La… escuchame por favor –Pediste y la tomaste del brazo para hacerla girar-
Lali: Soltame… No me toques –Sentenció con la voz un poco elevada y un tanto fría-
Peter: Lali, quiero explicarte como fueron las cosas… -Dijiste en un tono de desesperación-
Lali: Qué me vas a explicar? –Cuestionó- Con lo que vi ya se me aclararon varias cosas eh… -Dijo en tono irónico-
Peter: Qué cosas se te aclararon? –Preguntaste sin entender- Digo, porque con un beso no creo que puedas aclarar nada… -Agregaste un tanto canchero-
Lali: Por favor… -dijo sarcásticamente- Yo vi como le seguiste el beso Peter… O ahora me lo vas negar en la cara también?... –te enfrentó y te fulminó con la mirada-
Peter: Se lo seguí porque me tomó por sorpresa… -se lo afirmaste y ella te miró confundida- Y me parece que sé el motivo por el cual lo hizo… -y te cruzaste de brazos-
Lali: Haber… cuál es el motivo según vos? –Estaba totalmente enojada-
Peter: Me parece que cuando los vio a Nico y a vos juntos le agarró celos y de despechada quiso darle celos a él conmigo, cosa que no estoy de acuerdo –Aclaraste-
Lali: Se, claro. Ahora la culpa la tenemos nosotros no? –Dijo sarcásticamente y vos enseguida reprochaste-
Peter: No sé, decime vos… -y te adelantaste un paso-
Lali: Sabes qué Peter? –te miró- Quedate con… -hizo una pausa- la rubia teñida esa… -recalcó con bronca- pásenla lindo juntos, diviértanse toda la noche pero a mí no me jodas más –muy cerca te fulminó nuevamente con la mirada y se dio media vuelta para comenzar a caminar-
Peter: Lali, no seas así. Hablemos por favor… -Elevaste un poco la voz resignado pero no funcionó. Ella se fue, dejándote parado solo mientras veías como la perdías de vista en la oscuridad de la noche-

Luego de aquel desafortunado acontecimiento, largaste un suspiro y te subiste a tu auto. Allí apoyaste tu cabeza en el volante unos minutos y decidiste encenderlo para marcharte a tu casa. Fue así que aceleraste y en pocos minutos estacionaste tu automóvil en el garaje y te adentraste a la casa. Estabas totalmente cabizbajo. Al final, la noche que supuestamente iba a ser para relajarse y disfrutar terminó siendo la peor de todas con una tensión terrible en todo tu cuerpo.
Por eso mismo, antes de acostarte, decidiste mandarle un mensaje de texto a Rochi y Gas avisándoles que estabas en casa ya que estabas cansado. Ellos te respondieron que no había drama y que ya se habían enterado de todo, mediante Nico, pero que estaba todo bien por parte de ellos. Cuando terminaron de textearse, te dirigiste al baño, te higienizaste como corresponde, te desvestiste y en bóxer te metiste a la cama. Buscaste el sueño, aunque fue algo complicado, pero finalmente, después de unos minutos lograste encontrarlo y te dormiste profundamente.

Por suerte era fin de semana y no ensayaban. Así que los tres días de descanso, por así decirlo, te dedicaste a andar de acá para allá. El viernes pasaste por lo de Agus, tu hermano del alma, se podría decir, ya que se conocían desde chiquititos y prácticamente era como un hermano. Compartían todo. Siempre le contabas todo. Realmente, el cachetón era un capo, lo querías muchísimo. Con él intercambiaron una tarde de mates y se pusieron al día con las últimas novedades que ya él siempre estaba al tanto de todo.
El sábado te dedicaste a entrenar con tus compañeros de rugby. Aunque no jugabas, ellos eran muy buenos con vos y además siempre fuiste el capitán del equipo. Hacía bastante que no ibas a entrenar así que tuviste un día bastante agotador pero lindo a la vez ya que era tu deporte favorito y era como una terapia para vos. Con el rugby, se podría decir, que descargabas tensiones.
Y el último día del fin de semana, el domingo, digamos que te quedaste todo el día en tu casa, acomodando un par de cosas y poniéndote al día con la limpieza. La verdad que por ser varón eras bastante ordenado. Por la noche, decidiste cenar algo tranquilo, en la casa solitaria. No podías negar que no saber nada de Lali y no tenerla con vos te comía un poco la cabeza. Varias veces, vacilaste en agarrar el teléfono para llamarla pero no quisiste. Seguramente, después de todo lo que te dijo, mínimamente te cortaría el teléfono, o eso pensabas. Por último, limpiaste lo utilizado para comer y te acostaste bastante tempranito no sin antes tomarte una buena ducha para relajar. Mañana sería un nuevo día de ensayo.

Continuará.

No hay comentarios:

Publicar un comentario