12 de febrero de 2012

Capítulo N° 41


Capítulo Nº 41 (Cuarenta y uno):

Yo lloraba sin parar con mis dos manos tapando mi cara, no podía evitarlo. Pero fue en ese instante que mi cabeza hizo un click. No podía dejarlo escapar de nuevo. Entonces giré medio cuerpo y le grité.

Lali: Te amo –Exclamé entre sollozos. Él se detuvo a tan solo unos metros de distancia y luego giró para poder mirarme. Entonces yo me acerqué corriendo hacia él quedando enfrentados- Ese es mi único y mi mejor motivo por el que no me tenés que olvidar –Lo tomé de su nuca y lo besé. Ya no podía aguantarme más-

Fue así que sin dudarlo y jugándome a todo o nada lo besé con todas mis fuerzas como siempre lo desee. Era un beso suave y tierno que él no se esperó en ningún momento. Por fin, ese día tan esperado había llegado y ahora solo nos encontrábamos nosotros dos con la lluvia de por medio. Yo tenía mis manos enredados en su cuello mientras él me tomaba por la cintura. La verdad es que era mejor de cómo me lo había imaginado, parecía que estaba viviendo un cuento de hadas pero afortunadamente era la realidad, la realidad más linda que me puede haber pasado. Pero, lamentablemente, la necesidad de respirar se hizo presente e hizo que nos separemos pero que nos mantengamos aún bien cerca.

Lali: No sabes cuánto esperé este momento. Fue mejor de lo que me imaginé –Dije sonriendo-
Peter: Para mí también fue hermoso pero ya es tarde Lali, no podemos –Dijo un tanto desilusionado- 
Lali: Pero por qué… -Yo lo miré sin entender y triste. Pero en ese momento alguien me interrumpió. Una chica delgada, de estatura media y de pelo castaño pero con un cuerpo voluptuoso gritó el nombre de Peter-
Brenda: ¡Peter! –exclamó- Qué haces acá afuera con esta lluvia? –Preguntó mientras se acercó a nosotros y lo abrazó- Hola, Lali. Cómo estas? –Me saludó con un beso en la mejilla- Un gusto conocerte, la verdad es que no pensé que fueras tan linda personalmente eh –Dijo, sonrió y miro a Peter para luego mirarme a mi-
Lali: Gracias –Dije un poco desorientada y con la voz tomada. Me imaginaba lo peor-
Brenda: Ah, perdón. No me presente. Soy Brenda Asnicar, la novia de Peter –Dijo con una sonrisa en su rostro- {Aclaro: Brenda Asnicar en MI novela no es famosa ni conocida como los Teen}
Lali: Ah… -Un tanto nerviosa y bajoneada- Mucho gusto –Y lo miré a él-
Brenda: Mi amor vamos adentro? Está lloviendo muy fuerte… -Él asintió, me miró con culpabilidad y luego se fueron abrazados junto con Brenda, su novia, debajo de la incesante lluvia mientras yo los miraba cómo se iban desahuciada y totalmente quebrada. Esta vez lo había perdido para siempre-

Fue así que me retiré del country con una angustia impresionante. Una vez que me la había jugado ahora sucede esto. Y yo sentía que en algún punto era mi culpa por no haberlo buscado antes y decirle lo que sentía por él. Había estado enamorada de la persona equivocada durante mucho tiempo y ahora que sé sin dudas que es Peter mi verdadero amor otra vez me lo arrebatan de mis manos.

Off de Lali:
Tengo mis virtudes, que no son pocas, y un gran defecto, en cuestiones del amor nunca sé cuándo hay que actuar y cuándo hay que esperar.
Yo sé muy bien el dónde y el cómo, a donde ir y como sortear los obstáculos. Solo me falta aprender el cuándo, cuándo actuar y cuándo esperar.
Si fallamos en el momento de actuar, si actuamos demasiado tarde, las consecuencias pueden ser irreparables. Si actuamos demasiado pronto también puede ser irreparable. Se trata de entender que todo tiene su tiempo.
Actuar o esperar, dos caras de una misma moneda. Con cualquiera de las dos podemos ganar pero también podemos perder.
Una corazonada, una señal, siempre buscamos algo que nos diga cuándo actuar. Pero no nos damos cuenta de que esperar también es actuar, entonces la impaciencia nos lleva a actuar a destiempo, a equivocarnos.
Y si se trata de actuar nada mejor que sorprender. Los animales de presa dominan bien este arte, ellos saben cómo esperar a la presa, dejarla actuar para cazarla.
Al fin y al cabo actuar es mentir, creo. Toma uno, acción. Y entonces ciego caes en la trampa por no saber esperar.
Somos esclavos de nuestras impaciencias, de nuestras tentaciones, de nuestra culpa.
Siempre se trata de lo mismo, de cuando esperar, de cuando actuar, es como preparase para una cita, saber qué ponerse, qué no ponerse, qué decir y qué no decir, cuándo hacer el gesto apropiado, cuándo mantener el silencio, cuándo ocultarse y cuándo mostrarse.

Es así que una vez que llegué a mi casa, toda mojada por el gran temporal, lo único que atiné a hacer es bañarme porque sabía que si me quedaba sentada solo me iba a dedicar a llorar y llorar. Por eso mismo, muy desganada, entre a la ducha. Allí, mientras me bañaba recordaba el mejor beso que me podrían haber dado en mi vida. Fue único y hermoso. En ese beso me había transmitido por primera vez el amor que hoy siento por él y que nunca sentí por nadie. Fue algo mágico que nunca me iba a olvidar en la vida porque a pesar de que pueda ser el único que nos hallamos dado y el que probablemente sea el primero y el último yo lo iba a guardar para siempre en mi cabeza y en mi corazón.

Una semana paso de aquel episodio y hoy nos encontrábamos en un nuevo día. En el día de la fiesta de bienvenida de Peter. Los chicos habían decidido festejar su regreso a lo grande. La misma se realizaría en la casa de Nico. Por mi parte, no tenía muchas ganas de ir por todo lo que había pasado pero lo tenía que hacer. Ahora me encontraba justamente en eso. Estaba preparándome para la gran fiesta. Ya había terminado de bañarme así que solo me sequé y comencé a vestirme. Para esta ocasión había elegido un pantalón de jean gastado y algo “roto” color clarito, una musculosa blanca con apenas unos dibujos, arriba de ésta un chaleco de jean y en el calzado, unas botinetas negras con un poco de brillo. Como adicional, esta vez en mis manos me puse guantes estilo rockera. Lista la vestimenta solo me faltaba maquillarme y peinarme. En cuanto al pelo, me lo alisé. Quince minutos más tarde ya estaba lista con make up incluido. Ya está. Solo faltaba el abrigo y partiría rumbo a lo de Nico. Entonces, tomé éste y salí rumbo para allá en un taxi. Una vez que llegué entré y escuche desde atrás del todo que estaba hablando Nico y toda la gente estaba escuchando. De pronto el rubio empezó a nombrar a las personas que lo habían ido a “recibir” de alguna forma a Peter y en un momento, cuando yo me animé a pasar entre toda la gente y llegué adelante del todo, Nico me nombro. Yo solo sonreí tímida.

Nico: Parece que estamos todos no? –Acotó Nico y rieron. Él solo me miraba- Bueno, que empiece la música –Gritó. En ese momento yo me acerqué a Peter-
Lali: Hola –Dije sonriendo-
Peter: Hola –Pestañó continuamente-
Lali: Me alegro mucho que hayas vuelto –Dije sincera- La otra vez no tuve la posibilidad de decírtelo porque bueno… estabas con tu novia y… -Fui interrumpida-
Peter: Lali yo… -Esta vez lo hice yo-
Lali: No Peter, no hace falta. Enserio –Gesticulando con mis manos- Ya está. Lo que pasó, pasó y ahora solo hay que disfrutar de esta gran fiesta no? –Y lo miré sonriente. Estaba muy tranquila- Me voy con las chicas (Rochi y Cande) –Le dediqué una última sonrisa, me di media vuelta y antes que pudiera avanzar me agarro del brazo- Qué pasa? –Pregunté sin entender. Él solo se acercó quedando a centímetros-
Peter: Gracias por venir a mi fiesta –Susurró-
Lali: No podía no venir –Contesté aun tranquila como antes-
Peter: Estas muy linda –Susurró nuevamente, tomó una de mis mejillas y luego besó mi cachete. Fue un beso realmente tierno y sentido. Después de aquello él me sonrió y se fue para el jardín-
Por dentro mío estaba que estallaba de amor. No podía ser tan tierno. Si con ese beso me quería matar realmente lo logró. Lo que no entendía era qué papel jugaba la novia si hacía estos jueguitos conmigo. Pero, en fin. Después de ese hermoso momento me fui con las chicas a bailar un poco.

Continuará.

No hay comentarios:

Publicar un comentario