Capítulo N° 85 (Ochenta y cinco):
Xxx: Lástima que te acordaste
tarde… -dijo esa voz tan conocida por vos y te volteaste un poco nerviosa y
sorprendida- Muy tarde… -Completó y te quedó mirando fijo, y un poco molesto-
Lali: ¡Poli! –Exclamaste mirándolo nerviosa-
Qué haces acá? –Preguntaste y te paraste frente a él- Hace… mucho que… estabas…
es… escuchando? –Indagaste curiosa y preocupada a la vez-
Poli: Lo suficiente como para darme
cuenta de cómo son las cosas… -Dijo entre molesto y decepcionado. Luego de eso,
él negó con su cabeza y salió caminando hacia adentro. Vos lo seguiste-
En el camino, mientras llamabas a
Poli, quien te ignoraba, volteaste unas dos veces para mirar a tus amigas de
forma muy amenazante. Ellas solo te miraron, encogieron sus hombros y te
miraron con inocencia, cual nena de 8 años.
Mientras tanto, vos no te detuviste
en seguir a tu novio. Querías explicarle lo que había escuchado. Por eso mismo,
sin más alternativas y al no obtener respuesta de él, lo tomaste del brazo y lo
hiciste dar vuelta para que te mirara a los ojos. Ambos se encontraban en la
cocina después de tanto caminar por el gran jardín.
Lali: Poli… escúchame –Pediste y él
te miró enojado-
Poli: Qué querés que escuche
Mariana?... Qué seguís enamorada de Pedro? –hizo una pausa y se armó un
silencio incómodo entre los dos- Eso querés que escuche? Listo, ya lo sé… Me lo
imaginé desde un principio… -Agregó un poco cebado y vos lo interrumpiste
elevando la voz-
Lali: Qué te imaginaste?
–Interrogaste increpándolo- Haber Poli si podes entender… -Dijiste y suspiraste
para luego retomar- Si yo estoy con vos a pesar de la vuelta de Peter y demás
es porque te elijo a vos… -te acercaste más a él quedando muy cerquita- y
porque te quiero a vos… -Recalcaste y enarcaste tus cejas-
Poli: Enserio no te pasa nada con
Peter? –Reiteró e hizo un puchero que casi te lo comes- Yo quiero estar seguro
de que vos ya no sentís nada por él y… -lo interrumpiste-
Lali: Haber Poli… cómo puedo
demostrarte qué al único que quiero es a vos? –Le dijiste casi en susurro e
hiciste que sus labios rozaran-
Poli: No me hagas tentar Lali…
-Advirtió mirando tus labios-
Lali: Tentate Pablito… -Dijiste con
una sonrisa pícara y él fue quien terminó con esos milímetros que los separaban
para hacer chocar sus labios con los tuyos-
Fue así que tu novio terminó con
esos milímetros que los separaban para unificarse en un beso tierno y
apasionado a la vez. Una de sus manos rodeó tu diminuta cintura y la otra la
posicionó en una de tus mejillas mientras vos tenías puestas tus manos en su
cintura desnuda. Pero no tardaste mucho cuando llevaste tus manos hacia sus
mejillas para intensificar aún más el beso.
Minutos antes…
Peter.
Te encontrabas en camino a la casa
de tu amigo, de tu hermano del alma, Agustín. Te había invitado a pasar el día
en su gran mansión, como te comentó alguna vez. Lo cierto era que el día estaba
espectacular para pasar el día con amigos. Claro, él te había invitado y te
había dicho que iban todos amigos que ambos compartían. Es decir, Gas, Nico y
algunos más.
Cuando llegaste en tu auto, tras
largos minutos de viaje, te bajaste del auto y te encaminaste a tocar timbre
pero escuchaste un grito desde la ventana.
Agus: Ya te abro goma –Aviso con su
característica sonrisa-
Peter: Dale… -Respondiste vos de la
misma manera. Esperaste unos minutos y él te abrió. Estaba en cuero y con su
maya puesta- Ah bueno… me parece que llegué medio tarde –Comentaste y ambos
sonrieron como dos ganadores para después brindarse un buen abrazo de machos-
Agus: Como siempre naipe… -Acotó y
te invitó a pasar- Los chicos están todos afuera… -Te dijo y vos asentiste con
una sonrisa-
Peter: Che, bastante grande la
casucha eh… -Acotaste un poco jodón y él asintió-
Agus: No podías esperar menos de
mi… -Ambos rieron pero tu sonrisa se te borró de la cara cuando llegaron a la
puerta de la cocina y viste a Lali y su novio besándose muy acaramelados y de
yapa, los dos en maya- Vamos mejor Peter… -Te aconsejó al ver tu cara-
Peter: No deja Agus, no hace falta…
-Dijiste sin dejar de mirar aquella escena- Tu hermana puede hacer de su vida
lo que quiera… -Agregaste y lo miraste. Al parecer Pablo y Mariana se dieron
cuenta de tu presencia y enseguida se voltearon para mirarte- Vamos Agus?
Quiero saludar a los chicos… -Comentaste de la nada mientras Mariana no dejaba
de mirarte con culpa-
Agus: Si, vamos… -Asintió y ambos
se dirigieron afuera pero se quedaron muy cerca de la puerta que los conducía
al gran jardín ya que Agus se detuvo y te miró extrañado- Peter… -dijo, hizo
una pausa y vos te volteaste para mirarlo expectante- no me vas a preguntar
nada? –Preguntó y te miró confundido-
Peter: No Agus… yo ya le dejé bien
en claro que ella haga su vida y yo la mía… -Respondiste tranquilo pero un poco
serio- Y veo que lo está haciendo muy bien –Ironizaste y él te miró y no pudo
evitar soltar una risa- Bueno, mejor cambiemos de tema… -Pediste y él asintió-
Voy a saludar a los chicos y después me tengo que cambiar… en tu piscina me voy
a meter cueste lo que cueste… -Acotaste, con tu amigo se dirigieron unas
miradas cómplices y sonrieron-
Luego de estar hablando un ratito
con Agus, te dispusiste a saludar a todos tus amigos. Primero fuiste por los
chicos, con quien se dedicaron a hablar y bromear un rato y después te
encaminaste para el sector de las piletas en donde tus amigas estaban tomando
sol de espaldas y no te vieron pero luego de hablarles todas se tiraron a vos
para abrazarte. Con ellas también hablaste un ratito, eran increíbles personas.
Finalmente, y después de tanto
tiempo, te dirigiste hacia el baño de la casa no sin antes pedirle permiso a
Agus, el cual te respondió con un ‘Sentite como en tu casa hermano’ muy cálido.
Fue así que otra vez te adentraste a la casa y nuevamente los viste a Mariana y
Pablo a los mimos. Se armó un momento incómodo cuando ingresaste porque justo
ellas estaban posicionados en frente de la puerta. Pero luego, seguiste tu
camino normalmente hasta que chocaste con las escaleras, las subiste, y te
adentraste en una de las habitaciones de la gran casa. Agus te había pedido que
te sientas cómodo. Es así que comenzaste a cambiarte para disfrutar, en lo
máximo posible, de un día entre ‘amigos’ y un sol radiante.
Minutos antes…
Lali.
Cuando lo viste a Peter entrar
nuevamente hacia la casa, no pudiste evitar sentirte culpable. Fue por eso que,
después de verlo pasar, decidiste ignorar disimuladamente a tu novio poniendo
como excusa que las chicas te estaban esperando. Por suerte, él ni notó tu
desprecio. Una vez afuera, él se dirigió en donde estaban los chicos y vos
donde estaban tus amigas. Inmediatamente, empezaron con el interrogatorio pero
vos solo les susurraste un ‘Cúbranme’. Ellas no entendieron mucho pero siempre
te bancaban en todas. Luego de dejar a tus amigas, fuiste al grupito de los
chicos, lo apartaste a Agus un poco lejos de los demás y le preguntaste sobre
Peter. Querías saber dónde estaba. Tu hermano, que era un capo, te avisó que
estaba en uno de los cuartos de planta alta y vos le guiñaste un ojo para
después salir corriendo en su búsqueda.
Al llegar al final de la escalera,
te encontraste con que Peter salía de la habitación en torso desnudo y solo con
su maya. Que caño que sos –pensaste-. Él enseguida se percató de tu presencia y
te miró.
Peter: Acá no está Agus eh… -Te
dijo un poco frío y quiso seguir su camino pero te le paraste adelante. Él
suspiró y dio dos pasos para atrás-
Lali: No lo estoy buscando a
Agustín… -Avisaste y lo miraste un poco tímida. Él te miro sin entender- Te
busco a vos… -Dijiste sin filtro-
Peter: Y para qué me buscas?
–Preguntó y se cruzó de brazos-
Lali: Necesito que hablemos…
-hiciste una pausa y continuaste- En cualquier momento lo vamos a tener que
hacer… -Él te miró desentendido- Digo, compartimos el mismo grupo de amigos…
-Recalcaste con la voz clara-
Peter:….
Continuará.
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