Capítulo N° 89 (Ochenta y nueve):
En fin, luego de tu etapa de
preparación, con perfume incluido y demás, decidiste esperar a Paula en el
living. Sabías que las mujeres tardaban una eternidad para arreglarse hasta el
más mínimo detalle asique mientras la esperabas mirabas televisión.
No pasaron unos minutos cuando
escuchaste unos pasos provenientes de la escalera asique rápidamente apagaste
la tele, te levantaste casi como un resorte del sillón y te acercaste hasta
cerca de las escaleras. Allí te quedaste perplejo al verla tan distinta a
Paula. Ella lo notó, terminó de bajar los escalones y se quedó parada con una
postura un tanto tímida.
La verdad que estaba completamente
hermosa para vos. Llevaba puesto un vestido blanco corto y suelto con algunos
detalles en marrón. En sus pies tenía puesto unas sandalias un poco altas
marrones. En cuanto a su pelo, lo llevaba semirrecogido y lacio y encima estaba
maquillada un tanto suave lo que la hacia parecer natural.
Peter: ¡Wow! –Exclamaste mientras
la observabas de arriba hacia abajo- Estás muy… -Ella te interrumpió-
Paula: Horrible… ya lo sé…
-Concluyó un tanto desilusionada ella y vos negaste con tu cabeza-
Peter: Nada que ver… -Dijiste vos y
te acercaste un poco más a ella- Estas hermosa… -Confesaste mientras la tomaste
por la cintura y ella sonrió timida-
Paula: Emm… -Carraspeó un tanto
nerviosa- Vamos? –Preguntó mirándote a los ojos-
Peter: Qué pasa? Estas nerviosa?
–Cuestionaste acercándote aun mas quedando a centímetros-
Paula: Yo nerviosa? Para nada…
-Dijo y tragó saliva. Justo sonó el timbre- Uy, mira… El timbre… -Dijo de lo
más normal, te sonrió y fue en busca de su cartera y su camperita-
Sinceramente, te querías matar. Si
bien hacia dos días apenas que la conocías, Paula había logrado cautivarte.
Había muchas cosas de ella que te gustaban y eso hacía que por ahí pierdas un
poco el control de la situación y te acercaras tanto a ella. Aunque vos sabias
muy bien que ibas rápido lo cierto era que tampoco podías sacarte de la cabeza
a Lali. Ella constantemente se instalaba en tu cabeza y eso hacía que retrocedieras
y por eso es que, quizás, la necesidad de olvidártela te lleve a avanzar tan
rápido con Paula.
En fin, una vez los dos listos,
salieron de tu casa y ambos se trasladaron en remise hasta el boliche con el
que habían quedado con tus amigos. Ellos te esperaban allí ya que les había
adelantado que ibas acompañado pero les querías dar una sorpresa asique mucho
no les quisiste contar.
En cuestión de minutos llegaron. El
viaje se había hecho muy placentero ya que a pesar de ese acercamiento que
habían tenido en tu casa los dos pegaban buena onda y se divertían mucho. Cuando
llegaron, ambos se bajaron y entraron al boliche sin problemas. Por suerte no
había tanta gente ya que habían escogido un lugar tranquilo por lo mismo de
siempre, la prensa. Ni bien ingresaron con Paula, pudiste divisar a tus amigos
en la barra. Se saludaron de lejos y te acercaste a ellos inmediatamente.
Estaban todos, incluso ELLA con su novio. Una vez con tus amigos, los saludaste
y tanto Paula como ellos se quedaron sorprendidos al verse.
Peter: Bueno chicos… -Dijiste e
hiciste una pausa muy sonriente- Ella es la chica de las que le hablé…
-Explicaste y todos la miraron. Lali la observó con cara de odio enseguida- Los
presento… Chicos ella es Paula… -Todos saludaron cordiales excepto las chicas,
típico, quienes saludaron un tanto frías y cortantes- Paula, ellos son Nico,
Gas… -Nombraste a cada uno de los chicos y así se saludaron todos-
Nico: Que bien te la tenias
guardadita Pedrito eh… -Bromeó y vos reíste. Ella no entendía-
Peter: No les hagas caso Pau…
Bromean todo el tiempo… -Aclaraste, ella asintió y ambos se miraron y
sonrieron-
Lali: Pau? Pero por favor… -Acotó
irónica. Todos la miraron- Ah, escucharon? Disculpen… -Volvió a ironizar y tomó
un sorbo de su bebida-
Peter: Nadie me va a arruinar la
noche… -Recalcaste. Lali levantó sus cejas- Por qué mejor no vamos a bailar?
–Propusiste y todos se prendieron menos ‘la parejita feliz’ quien se quedaron
en la barra chapando. Te molestaba un poco pero esta noche pensabas olvidarte
de todo-
Paula: ¡Qué buen tema! –Exclamó y
vos enseguida la tomaste para bailar-
Peter: Me permite esta pieza
señorita?… -Preguntaste como todo un caballero, extendiendo tu mano y haciendo
reverencia hacia ella mientras ella se quedó mirando y mordiendo su labio
inferior-
Paula: Eso ni se pregunta Lanzani…
-Dijo ella, te tomó de la mano un poco brusco y comenzaron a bailar al ritmo de
la canción que según a ella le gustaba. Estaban bastantes pegaditos, no se
podía negar-
Peter: Mi niña bonita, brillante
lucero te queda pequeña la frase te quiero… -Y cantabas a la par de la canción.
Ella reía y negaba con su cabeza- Aquí hay amor… Aquí hay amor… Aquí hay amoor
amor… -Y mientras cantabas hacías las señas de corazón con tus manos. Ella se
sonrojaba pero igual no notaste en ella intención de retarte o algo por el
estilo.
Lali.
Habías quedado sola junto a Pablo
en la barra mientras tus amigos se dedicaban a bailar o a hacer sus cosas por
ahí. La verdad era que no te estabas divirtiendo para nada con tu novio. Te
tenía acorralada contra la barra besándote exageradamente mientras vos se lo
seguías sin ganas mientras mantenías tus ojos abiertos. Eso ponía en evidencia
el desprecio que le estabas haciendo ya que no te interesaba en lo más mínimo.
Lo único que te importaba en este momento, mientras besabas a tu novio, era
dónde y cómo la estaría pasando Peter con su nueva ‘amiga’, Paula. Te molestaba
demasiado esa chica y no le creías esa carita de buena que ponía, según vos.
Pero en fin, después de estar un
largo rato con Poli decidiste frenarlo y avisarle que te ibas al baño. Él no
tuvo ningún tipo de problemas y es más, te dijo que se iba a buscar a los
chicos para joder asique esa oportunidad fue la mejor para quedarte sola un
rato sin que te estuviera molestando. Además querías esperar el momento justo
para hablar con Peter. Tenías que hacerle saber que la presencia de aquella
chica te irritaba un poco.
Se ve que tuviste suerte porque
justo, desde la barra viste venir a Peter totalmente solo, vos te diste vuelta
como para que no te reconozca y se vaya. Escuchaste que pidió dos tragos y ahí
fue que te volteaste para mirarlo. Él se sorprendió mientras vos le sonreíste tímida.
No sabías qué decir, aunque hasta hace unos minutos tenías bien claro en tu
cabeza lo que ibas a decirle.
Continuará.
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