13 de febrero de 2012

Capítulo N° 60


Capítulo Nº 60 (Sesenta):

La charla se extendió por un rato más hasta que llegamos a nuestro destino. Una vez adentro del estacionamiento del teatro, todos nos bajamos y nos dirigimos con nuestros bolsos directamente a realizar la prueba de sonido. Los sonidistas ya lo habían hecho y ahora tocaba nuestro turno. Así fue que nos pidieron que practicáramos solo un tema ya que el tiempo nos apresuraba. Estábamos demasiado ajustados. Pedimos ensayar otro más movido pero no nos dejaron, como era de suponerse. Luego, todos nos fuimos a nuestros respectivos camarines donde enseguida nos atacaron las peluqueras y maquilladoras. Una hora y media más tarde, ya solas con Rochi en el camarín, nos pusimos nuestras respectivas vestimentas, nos pusimos un poco de crema brillante en el cuerpo y por último nos retocamos por última vez el make up. Una vez listas agarramos nuestros micrófonos y salimos en busca de los chicos. Pero estos ya estaban preparados listos para entrar y esperándonos a nosotras, por supuesto. Al acercarnos a ellos todos nos sonreímos, nos deseamos suerte e hicimos nuestro casi ritual saludo antes de salir al escenario. Por mi parte, con la rubia le dimos un último beso a nuestros novios. Nico seguía raro aún.
Listo, diez segundos y entrábamos a escena. El teatro estaba que explotaba y nosotros como siempre, con unas ansias impresionantes. El show ya daba por comenzado y los fans ya gritaban eufóricas/os.

Después de casi dos horas el recital finalizó y nosotros quedamos totalmente satisfechos. Peter y Rochi, por su parte y por ser un día tan especial, se abrazaron porque habían quedado realmente emocionados de tanto cariño y todos esos carteles que le demostraban su admiración hacia ellos. Era su cumpleaños y todo el teatro estaba lleno de carteles mezclados pero la mayoría eran dedicados a ellos dos, y no era para menos.
Al finalizar el show cada uno se fue a cambiar a su camarín, luego metimos toda la vestimenta y todo lo utilizado en el respectivo bolso y con la rubia salimos en busca de Pablo, nuestro productor. Una vez con él nos sacamos una foto los tres y la subimos a mi twitter. Después de charlar y divertirnos un rato los chicos se acercaron a nosotros y nos quedamos hablando un tiempito más hasta que decidimos irnos. Era bastante tarde y mañana tendríamos que partir rumbo para Buenos Aires bastante temprano. Pero antes de volver al hotel, tomamos todos los regalos y las banderas que nos habían dado nuestras fanáticas, que eran muchísimos por cierto y nuestro representante se encargó de llevarlos. Una vez todo organizado y listo nos marchamos rumbo al hotel. Esta vez me senté con Peter en la combi en donde nos íbamos haciendo mimos. Estábamos muy melosos. Al llegar ya casi de noche a nuestro lugar de hospedaje nos encontramos con varias fans a nuestro asecho. Luego de varios minutos ya estábamos todos adentro del hotel. Con Peter nos dirigimos a nuestra habitación en donde tiramos los bolsos a un costado…

Lali: Mi amor, voy al baño. Me esperas? –Pregunté y él se acercó-
Peter: Toda la vida –Dijo tierno y depositó un beso sobre mis labios-
Lali: Ya vengo… -Y me metí en el baño-

Una vez en el baño me dediqué a hacer mis necesidades y después a retocarme el maquillaje. Siempre me gustaba estar coqueta y a la perfección, por así decirlo.


Cuando estuve lista salí. Las luces estaban apagadas. Solo la gran luz proveniente del fuego de la chimenea alumbraba mientras Peter yacía sentado a espaldas mío frente a esa gran chimenea a leñas que tenía la habitación, con una botella de champagne y dos copas y una manta con la cual Peter tenía cubierta sus piernas.

Lali: Qué es todo esto? –Indagé sorprendida y con una gran sonrisa mientras me acerqué a él-
Peter: Esto es algo así como un festejo de cumpleaños –Dijo con la voz clara y sonriendo de costado. Mientras tanto yo me senté a su lado-
Lali: Estas loco… -Comenté y reí. No podía creer lo que estaba pasando. Parecía una novela-
Peter: Vos me volvés así –Dijo y levantó una ceja. Yo solo mordí mi labio inferior, reí y baje mi mirada- Brindamos? –Preguntó y tomó las copas que se encontraban a su lado-
Lali: Y por qué brindamos? –Interrogué con la voz clara. Peter ya me había entregado una copa con champagne-
Peter: Hay tantas cosas por las cuales deberíamos brindar… -Dijo y yo lo miré concentrada- Primero… por el recital de hoy, que fue espectacular y distinto –Aclaró. Yo asentí- Después… por el mejor cumpleaños que podría haber tenido –Dijo y sonreí- Y por último, por nosotros… Por este amor que nos une cada día, y que es totalmente puro y sincero –Yo lo miraba enternecida- Por este amor que crece cada vez más y que nunca imaginé poder vivirlo –Su voz era clara- Este amor que me hace ser distinto… Cuando estoy con vos se me paraliza el mundo, el tiempo se detiene, el corazón me empieza a latir como nunca lo hizo en mi vida, porque solo existimos nosotros dos y nuestro amor… Cuando estoy con vos no puedo evitar mirarte, besarte… -Y se acercó aún más- decirte lo mucho que te amo y lo feliz que me haces, porque vos me haces bien… -Me arrodillé a la par de él para estar más cómodos- Si vos no estás a mi lado mi mundo se derrumba, se destruye por completo, me falta una mitad de mí… -tomó una de mis mejillas. Estábamos muy cerca- Esa mitad que me llena y me completa. Vos provocas todo eso en mí y quiero demostrarte que te amo y que puedo ser yo el hombre que te haga feliz –Terminó con esos pocos centímetros que nos separaban y me besó-

Autora:
De esa forma fue él quien terminó de concretar esas palabras hermosas y emocionantes con un buen beso. Esos besos con los que sentías algo inexplicable, porque un beso o una caricia no se podían explicar con palabras, solo con acciones. Era un beso pasional e intenso en el que sus lenguas se enredaron en el primer instante. Peter movía su cabeza en contrario a la tuya intensificándolo aún más. Tus manos se posaron una en su mejilla y la otra en su nuca la cual te permitía despeinar su poco pelo. Sus cuerpos iban aumentando cada vez más de temperatura. Tu novio fue quien se encargó de sacar tu campera que tenías puesta a raíz del frío típico que habitaba en Ushuaia. Luego atacó tu cuello sin piedad humedeciéndolo y haciendo que tires tu cabeza hacia atrás.

Lali: Te amo –dijiste un tanto agitada luego de mirarlo-
Peter: Creeme que yo más… -te dijo y esta vez fuiste vos quien lo besaste-

Es así que nuevamente volvieron a chocar sus bocas pero esta vez con más delicadeza y énfasis a la vez. Ahora eras vos quien te dedicaste a sacar su campera y luego la remera que llevaba puesta recorriendo cada centímetro de su ancha espalda, la cual fue terminada de sacar con su ayuda. Después de una serie de caricias Peter se encargó de sacar tu sweater y tu remera haciendo que tu piel se erizara por completo al sentir sus manos recorriendo y tocando toda tu silueta. Fue así que se fueron despojando de a poco de todas las prendas hasta quedar libres y sentir sus cuerpos por primera vez que tomaron contacto estremeciéndolos al cien por ciento. Él recorría cada centímetro de tu piel cuidándote en todo momento, comenzando por el cuello el cual no dejo ni un espacio por humedecer, bajando hacía tus pechos en donde hacía unos juegos que realmente te excitaban hasta llegar a la parte más ansiada en donde se introdujo en vos con movimientos lentos, al principio, pero que fueron aumentando con el correr de los minutos. Esto provocaba que por tu parte soltaras varios suspiros de placer (o gemidos) sobre la oreja de Peter lo cual, pareciera que lo incentivaba más ya que cada vez aceleraba esos vaivenes que en un comienzo te causaron un tirón pero que al pasar el tiempo desapareció. Realmente lo estabas disfrutando.
Era tal el placer que te estaba brindando que no pudiste evitar descargar aquella sensación clavando tus uñas en la espalda de tu novio. Con el transcurso del tiempo sus respiraciones se agitaron cada vez más, ambos cuerpos se hundían en el máximo goce y ya no eran dos personas haciendo el amor, eran una sola persona ya que sus organismos se unificaron por completo y pudieron sentir esa conexión única e incomparable que no se podía explicar, solo demostrar con hechos.
Pasado un extenso rato y luego de ese increíble y maravilloso acto de amor ambos quedaron exhaustos acostados sobre el suelo, el cual estaba cubierto en toda la habitación por alfombra de piel suave, y protegidos debajo de la manta que anteriormente había preparado Peter. Habían quedado en una posición muy tierna; tu cabeza apoyada sobre el pecho de tu novio y él rodeándote con sus musculosos y suaves brazos. De esa forma quedaron contemplando la enorme chimenea que aún seguía con el fuego prendido calentando esa enorme habitación, en donde solo se encontraban él, vos y ese acto de amor que hace minutos los había hecho tan feliz.

Continuará.

No hay comentarios:

Publicar un comentario