Se
podría decir que salí casi corriendo de la oficina. Ya me estaba yendo, estaba
abriendo la puerta del auto cuando Benjamín me agarra del brazo.
Lali:
Soltame –Dije y lo fulminé con la mirada-
Benja:
Dejame que te explique… -Lo interrumpí-
Lali:
Qué me vas a explicar? –Cuestioné hablando a los gritos. No me importaba nada-
Qué me vas a decir ahora? Qué le estabas haciendo respiración boca a boca?
–Dije furiosa-
Benja:
No pero lo único que te puedo decir es que ella empezó a provocarme, yo le
insistí que no, pero ella siguió y… -Miró para abajo-
Lali:
No te la crees ni vos a esa pedazo de caradura –Grité furiosa y sin dejar de
mirarlo- No entiendo cómo te da la cara para venir y darme una explicación
cuando es más que evidente que me cuerneaste y anda a saber desde cuándo
–Levantó su mirada con culpa. Yo lo miré indignada- Desde hace cuánto estas
engañándome con esta mina? –Pregunté con lágrimas en los ojos. Él no se atrevía
a decírmelo- Benjamín –exclamé- me podes contestar?
Benja:
Hace 6 meses –Respondió cabizbajo-
Lali:
Ah, no. Fui una tarada de primera –Dije mientras secaba algunas lágrimas que se
caían-
Benja:
Mi amor, perdoname. Te juro que te amo –Lo volví a interrumpir-
Lali:
No Benjamín –Negué con mi cabeza- Vos a mi no me amas, vos estuviste jugando
todo este tiempo conmigo y yo fui una estúpida que no me di cuenta y me deje
engatusar por tus palabreríos. Nunca tendría que haber confiado en vos y me
arrepiento todo el tiempo que perdí con vos. –Él solo me miraba y negaba con su
cabeza- Y más me arrepiento de no haber escuchado a mis amigos cuando me decían
que vos eras poco confiable y que no me cuidabas –Reproché y derramé varias
lágrimas-
Benja:
Pero Lali, vos no me podes decir todo esto sabiendo todo lo que hice por vos.
Te salvé la vida mi amor –Con su voz gangosa- Y no me digas que eso no es
amarte.
Lali:
Vos no podes ser tan idiota de venir y hacerme ese planteo ridículo –Estaba
realmente indignada. Justo en ese momento comenzó a sonar mi celular el cual atendí
rápidamente- Nico (…) Sí, vos? (…) Decime. Qué paso? (…) Cómo? (…) Pero por qué
yo? (…) Eh? (…) Entonces… (…) Nico, te tengo que cortar (…) Ok. Gracias por
avisar (…) Otro para vos (…) –Una vez que corté la comunicación telefónica lo
único que me salió hacer en ese momento fue pegarle una cachetada- Sos una
porquería, no tenés limites…
Benja:
Dejame explicarte lo que paso…
Lali:
Qué me vas a explicar? Encima que te garchas a tu secretaria me mentiste y me
dijiste que me habías salvado la vida cuando en realidad fue Peter? No te quiero ni ver Benjamín –Y me agarro del
brazo-
Benja:
Hablemos, por favor –Pidió desesperado-
Lali:
Con vos no tengo más nada que hablar. No te quieras volver a acercar a mí y
sabes que? Deberías aprender de Peter, él si es un hombre que vale la pena y se
la juega. Chau Benjamín. Desearía no haberte conocido nunca –Y con una última
mirada fulminante me subí al auto, el cual encendí y salí de allí rápidamente-
Cuando
llegué a mi casa lo primero que hice cuando me adentré a ella fue ir
rápidamente hasta mi habitación, tomar todas las cosas que me había regalado y
romperlas con mucha ira a la vez que lloraba ya con mucha necesidad. Fui
tomando todas las cartas que me había escrito y las fui rompiendo en mil
pedacitos. A los osos de peluche los metí adentro de una bolsa. No quería saber
más nada que tenga que ver con él. Todas esas cosas que él hacía por mi eran
parte de falsas promesas, de falsas palabras, de una falsa relación. Sí, porque
yo ahora siento que fue todo parte de una gran mentira a la cual estuve
aferrada mucho tiempo y que no me daba cuenta. Entonces, para no engañarme más
a mi misma y seguir encerrada en esa burbuja de pura farsa hoy decido sacarlo
de mi vida para siempre, deshacerme de todo lo que tenga que ver con su
persona. Por eso mismo, cuando terminé con ese ataque de locura caí rendida en
la cama a llorar, entre todos los pedazos de papeles rotos que eran los restos
que habían quedado de esas cartas. Fue así que, llorando desconsoladamente,
comencé a maquinarme y a pensar que tal vez si hubiera escuchado sobre todo a
Peter cuando me decía que Benjamín era una basura y que me iba a terminar
lastimando por ahí hubiera evitado todo este mal momento. Pero, como siempre,
de orgullosa que soy termino haciendo las cosas aún peor y es como así me va en
la vida. Una y mil veces se me venía una sola pregunta a la cabeza, ‘¿Por qué
me tenía que pasar esto a mi?’ pero esa respuesta aun no había llegado.
Cuenta
Peter:
Después
de ese largo y agotador viaje, tome un taxi con la valija y demás cosas y me
dirigí al depto. que había alquilado durante mi estadía allí. Cuando llegué,
saqué mis llaves y abrí. A partir de ahora comenzaba una nueva vida para mí.
Fue así que lentamente entré mientras observaba todo el lugar. Realmente era
hermoso y me parecía que era demasiado para mí pero tenía que acostumbrarme que
estos eran así de lujosos y bellos. En fin, de a poco recorrí el depto. y luego
me fui acomodando a mi gusto. Sinceramente, era un depto. acogedor. Durante el
resto del día me dediqué a caminar por las calles de España recorriendo cada
espacio, disfrutando y conociendo todo lo que ofrecía este bellísimo país. A
decir verdad, algunos lugares ya conocía porque había venido con la banda pero
ahora era distinto. Ahora era una nueva etapa de mi vida en la que me
encontraba sin ellos, y aprendiendo a manejarme independientemente.
8
meses más tarde…
Continuará.
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