Capítulo N° 84 (Ochenta y cuatro):
Poli: Y vos qué sabes lo que pasé
yo en mi vida flaco? –Juzgo duramente y muy enojado-
Peter: No creo que por lo mismo que
yo… -dijiste y todos te miraron expectantes a lo que ibas a decir- A vos no
creo que se te haya muerto tu viejo sabes? –Y él te miró confundido, al igual
que todos- Mi viejo falleció hace casi dos meses y sin embargo yo la tuve y la
tengo que pelear día a día para que mi familia salga adelante… -todos te
miraron concentrados- Para que mi vieja salga adelante… -Corregiste. Estabas
muy cebado- No te das una mínima idea de lo que es levantarte y ver a tu vieja
todos los días llorando… -hiciste una pausa y tomaste aire. No querías
quebrarte- Llorando por el amor de su vida… -continuaste y esta vez la miraste
a Mariana- Llorando por el hombre con el que compartió treinta años de su vida
y que ahora ya no está más… -Completaste y tus ojos se cristalizaron- Pero qué
vas a saber vos no? –Dijiste increpante- Si vos, seguramente, no pasaste ni el
mínimo de lo que pasé yo en mi vida con solamente veinte años… -Recalcaste y él
te miró sin saber qué decir, al igual que todos- Y sabes qué? No vale la pena
seguir discutiendo con vos asique mejor me voy y los dejo que sigan con su
ensayo… -Ironizaste y te diste media vuelta para irte pero Pablo te detuvo-
Pablo: Peter… no es lo que vos
pensas... –Aclaró y vos lo miraste fulminante-
Peter: Ah no? –Dijiste y caminaste
hasta él para enfrentarlo. Estabas muy enojado- Entonces para qué me hiciste
venir? Para ver cómo ensaya la nueva banda? –modulaste lentamente con tus
labios-
Pablo: Te juro que no… -vos lo
interrumpiste-
Peter: No jures en vano… -Pediste y
él negó con su cabeza- Y si me quieren avisar que ya no estoy más en la banda,
perfecto, pero la próxima vez no me llames y me hagas pasar por esto… Bastante
tengo con todo lo que me está pasando como para agregarle esto también… -Fue lo
último que dijiste, lo fulminaste con la mirada a tu productor, volviste a
girar tu cabeza para mirar al resto con expresión de bronca, y caminaste hacia
la salida del salón-
Una vez que saliste de la sala,
bajaste rápidamente las escaleras y saliste del gran gimnasio para dirigirte
directamente a tu auto. Pero en el camino te chocaste con alguien. Claro, vos
venías totalmente indignado y enojado, con tu cabeza baja y no veías a quien
venía en frente. Al levantar tu cabeza, la pudiste ver a Euge, después de tanto
tiempo, y es ahí cuando ella notó algo raro en vos.
Euge: Hey, Peter… qué pasa?
–Preguntó preocupada mientras te miraba fijo. Vos no respondiste. Solo la
abrazaste-
Peter: Estoy cansado Euge… -Dijiste
con la voz gangosa. Ella no entendía nada-
Euge: Pero por qué? Qué pasó?
–Indagó interesada-
Peter: Discutí con los chicos y con
Pablo… -Explicaste-
Euge: Pero por qué? Qué te hicieron?
–Interrogó curiosa- Si es que se puede saber… -Agregó y vos la miraste-
Peter: Es muy largo de contar Euge
pero… -Justo fuiste interrumpido por una voz que oíste desde atrás tuyo-
Xxx: Peter… podemos hablar?
–Preguntó un tanto tímida- Perdón Euge, pero es importante… -Dijo y vos
suspiraste. Euge asintió y se fue para después de mirarte-
Peter: Yo no tengo nada que hablar
con vos… -Aclaraste un tanto frío y te posicionaste con tus manos en tu cintura
en frente suyo-
Lali: Pero yo si quiero hablar con
vos… -hizo una pausa y te miró fijo a los ojos- Por lo menos quiero que me
escuches… -Pidió y vos resoplaste. No tenías ganas de escucharla-
Peter: Me parece que ya vi y
escuché bastante por hoy, no te parece? –Reprochaste un poco irónico y por
primera vez la miraste a los ojos-
Lali: Podemos hablar dos segundos
bien y sin que me ladres Pedro? –Pidió un poco molesta-
Peter: Ah, bué. La que me faltaba
–Dijiste y soltaste una risita sarcástica-. Sabes cuál es el problema? –Y ella
te miró atenta- Que yo no tengo ganas ni de escucharte, ni de verte, ni de
nada… entendes? –Comentaste un poco duro- No me interesa nada de vos…
-Agregaste y ella se sorprendió al escuchar esas palabras pero era lo que
sentías en ese momento-
Lali: Enserio no… te… interesa…
nada… de… mí? –Preguntó titubeando. No podía asimilar lo que le estabas
diciendo-
Peter: No Mariana, fuiste… -Dijiste
mordiéndote por dentro y te subiste al auto rápidamente para encenderlo y
acelerar lo más veloz posible-.
Lali.
Te habías quedado totalmente
perpleja y sorprendida ante lo que te había dicho. Peter, verdaderamente, te
odiaba y no quería saber más nada con vos. O por lo menos, eso es lo que te
daba a entender.
Sinceramente, te mataba que con
cada palabra, cada gesto, cada mirada, cada reproche, cada enojo, te demostrara
su odio hacia vos. Te dolía saber que, de a poquito te fuera sacando de su vida
para siempre porque, a pesar de todo, vos lo seguías amando como el primer día
y seguramente ahora, si no fuera por tu orgullo y tu terquedad, -como siempre te
recalcaba él- estarían juntos, disfrutando de cada momento y amándose como se
lo habían prometido aquella vez, antes de que él se fuera a Canadá.
Lo cierto era que, a pesar de que
vos estabas de novia con Poli, no podías negar que a él lo querías muchísimo
porque te contuvo y estuvo al lado tuyo cuando más lo necesitabas a Peter y él,
estaba de viaje. Con él, lo pasabas bien, te divertías, te hacía sacar una
sonrisa a pesar de que vos pensabas que todo estaba perdido, y te quería, por
sobre todas las cosas. Pero tampoco podías hacerte la tonta ni podías mentirte
a vos misma. Vos seguías amando a Peter y nunca lo habías dejado de hacer. Y
por más que intentes sacarte a tu ex de la cabeza con Poli, no podías porque,
ahora más que nunca, sentías una culpa inmensa por haberte comportado de la
manera en que lo hiciste y ahora tenías que pagar las consecuencias de aquello
y la ibas a tener que remar para que Peter te perdone aunque todo se hacía
mucho más difícil con Poli de por medio.
…
Dos días pasaron de aquel momento y
hoy, vos te encontrabas en la gran casa de tu hermano Agus. La verdad es que
era un lujo su casa. No vivía en un country como vos pero no estaba nada mal.
Era grandísima. Tenías dos pisos. En planta alta estaban las habitaciones, tres
precisamente. Cada una contaba con baño propio y un jacuzzi. Además, entre
medio de cada habitación, había un baño grandísimo, todo espejado, con muchos
brillantes y también, un jacuzzi, además de la espectacular ducha. En planta
baja, se encontraba la gran sala de living, muy bien decorada, la cocina, más
pequeña pero un lujo también, un baño como el de planta alta pero escondido
entre las escaleras y otra habitación, pero menos despampanante que las de la
parte de arriba. Y ni hablar del patio. Era un patio gigante, con un gran
parque verde y muy bien cuidado, con muchas plantas alrededor, faroles y una
piscina enorme con sus respectivas reposeras a su alrededor. La verdad que,
para vos, era la casa soñada.
En fin, allí te encontrabas vos,
con todos tus amigos y, por supuesto, tu novio. Eran número par, increíble.
Nico, Agus, Gas y Poli se divertían jugando al futbol mientras que Rochi, Euge,
Cande y vos tomaban sol en las reposeras con sus mayas puestas mientras
hablaban de todo un poco.
Rochi: Y La…? Cómo va la relación
con Poli? –Preguntó curiosa mientras estaban todas boca abajo intentando que su
piel tome color-
Lali: Bien… es un divino…
–Respondiste normal- pero… -fuiste interrumpida por Cande-
Cande: Pero apareció Peter y te
removió todo… es eso no? –Te miró y arqueó sus cejas. Todas te miraron
expectantes-
Lali: Sí… -dijiste desilusionada y
bajaste la cabeza- Les juro chicas que me siento muy mal… -hiciste una pausa e
hiciste un recorrido de miradas con tus amigas- Actué como una verdadera
estúpida… -Reconociste arrepentida- Yo acá maquinándome como una tarada y
enojándome porque no me llamaba y él, allá, sufriendo, solo y necesitando,
quizás, de un abrazo o un llamado mío por lo menos… -Dijiste con culpabilidad y
ellas te miraron y te hacían señas pero no cazaste una- Ay chicas? Qué pasa?
Por qué tanta seña? –Ellas no te respondían. Estaban nerviosas- Pueden decir
algo por lo menos, che? –Reprochaste y sentiste una voz ronca atrás tuya-
Xxx: Lástima que te acordaste
tarde… -dijo esa voz tan conocida por vos y te volteaste un poco nerviosa y
sorprendida- Muy tarde… -Completó y te quedó mirando fijo, y un poco molesto-
Lali:…
Continuará.
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