Capítulo Nº 26 (Veintiséis):
Rochi: Sí que es para tanto Peter… -Y se acercó más a
mí- Vos no sabes lo que extraño que estemos así… tan cerca… –Se acercó aun más,
tomando mi carita y haciendo que
nuestras narices rozaran- juntos… que nos demostremos el amor que nos tenemos
–Y con esa última frase terminó con la poca distancia que nos alejaban con un
beso-
Es así que Rochi comenzó a besarme de una manera suave
y tierna. Por mi parte, se lo correspondí porque no podía rechazarla otra vez,
después de tantas veces que lo había hecho. Pero sucedió que ese beso fue
tornándose más acalorado e intenso, ya no era un simple beso. Estábamos
entrando en otro terreno. Ella se había posicionado arriba mío en forma de
koala dejándome casi recostado sobre el sillón. Fue de esa forma que se separó
de aquel beso para sacarme el sweater y es en ese momento cuando la veo a Lali
sobre mí y no a Rochi. Entonces, dejándome llevar por mi imaginación y por mis
impulsos volví a su boca con más entusiasmo y pasión. Luego de estar un largo
rato en esa posición en el sillón, la hice parar, la tomé por la cintura
mientras otras de mis manos estaba ubicada en su mejilla y la fui conduciendo
hasta su habitación pero sin desconcentrarnos de aquel beso. Para mi suerte la
casa de Rochi no era de doble piso, por lo tanto no había escaleras que
impidieran algo así que después de terminar en la última puerta del largo
pasillo de la casa, nos adentramos en su cuarto e inmediatamente nos dirigimos
hacia la cama en donde Rochi (Lali, para mí) quedó encima mío. De esa manera
fue ella quien se encargó de sacar mi camisa para luego volver a mis labios. En
cuanto a mí, me dediqué a sacarle su remera con mucha suavidad y acariciando
toda su piel. Pero cuando Rochi intentó desabrocharme el pantalón, la miré y
caí en la cuenta de que era ella y no Lali. Una vez más, mis impulsos y mi
maldita ansiedad me jugaron una mala pasada. Entonces mientras mi novia
intentaba desabotonar mi jean ella no dejaba de concentrarse en mi cuello. Por
suerte la pude detener a tiempo antes de que sea demasiado tarde.
Peter: Pará Ro… -agitado- Enserio paremos acá –y la
tomé por su brazos y la alejé-
Rochi: Qué pasó? Te hice mal? –Preguntó preocupada-
Peter: No, no es eso –Y la hice que salgo de arriba
mío para luego reincorporarme extrañado por lo acontecido-
Rochi: Entonces qué pasa? –Insistió. No entendía nada-
Pará Peter, a dónde vas? –Totalmente desorientada cuestionó-
Peter: No puedo Rochi, perdoname –La miré con
culpabilidad, agarré mi camisa que fue arrojada al suelo y me dirigí nuevamente
al living. Ahí agarré todas mis cosas y me fui dejándola a Rochi totalmente
atónita-
Una vez que salí de la casa de Rochi conduje hasta un
bar del centro. Necesitaba estar solo y pensar en lo que había pasado hace unos
instantes. Sinceramente, en este momento quería estar muerto, lo deseaba. Pero
lamentablemente era la realidad y me tocaba vivirla a mí y enfrentarla por más
duro que sea. Entonces, una vez que llegué, arriba del auto me acomodé lo mejor
que pude para que nadie me reconociera, para eso me puse un buzo con capucha
que había llevado, y luego por fin bajé. Por suerte entré al lugar sin ningún
tipo de problemas. Una vez que me acomodé en una mesa, el camarero rápidamente
me tomó la orden que era nada más que un café y después, solo me limité a
esperar. Pero en ese lapso, para mi desgracia vi entrar a Lali. En ese momento
me quedé totalmente sorprendido y lo único por lo que opté hacer es taparme sin
dejar que me viera. Es así que luego de una charla con un mozo detrás de la barra
ella se dirigió al fondo pero para eso tuvo que pasar casi por al lado mío.
Supuse que iba al baño así que cuando paso por allí, me hice el distraído y
miré para otro lado. Unos cinco minutos después nuevamente pasó para retirarse
de aquel lugar. Obviamente que no se percató de mi presencia allí pero parecía
una casualidad del destino. Encima cuando salió, vi que Benjamín la estaba
esperando afuera y sumado a eso tuve que bancarme verlos salir juntos y
abrazados. Fue de esa forma que luego de tomar mi café, dejé plata en la mesa y
con una mezcla de bronca, decepción y tristeza me fui de aquel lugar para
regresar nuevamente a mi casa. Y una vez que lo hice, me dediqué solo a cenar y
finalmente a dormir no sin antes pasar por el baño para higienizarme. Cuando me
adentré en la cama no pude evitar ponerme a pensar y dejar escapar una lágrima.
Realmente no la estaba pasando bien y cada vez me sentía más rendido. No podía
más, ni con el ensayo, ni con las giras, ni con Rochi, ni con Lali y mi amor
prohibido, ni con mi vida entera, en síntesis. Cada día que pasaba estaba más
destruido y ya no tenía fuerzas para seguir adelante con todo lo que yo hoy
siento, con toda esta mentira de vida que cada vez se hacía más y más grande.
En fin, luego de maquinarme un buen rato logré conciliar el sueño.
Al día siguiente comencé a despertar a causa de la luz
que entraba por las hendijas de la ventana. Con mucha pereza y sueño comencé a
darme vuelta para el lado de la mesita de luz en donde se encontraba el
despertador que marcaba las 09:00 hs a.m. Entonces, con mucha dificultad me
levanté para dirigirme al baño en donde me asié y luego volví otra vez hacia la
habitación para poder vestirme con la ropa de ensayo. Una vez que lo hice, me
metí nuevamente en el baño, me perfumé y me peiné. Por último, me destiné a
desayunar e irme directamente a nuestro lugar de prácticas. En 15 minutos
llegué y ya se encontraban todos mis compañeros hablando menos Gas, el cual
todos estaban esperando. Entonces, como era de costumbre, saludé a uno por uno
y cuando llegué a Rochi, la cual estaba hablando con Nico, me corrió la cara,
solo me puso el cachete.
Peter: Ro… -Le hablé pero ella solo me ignoró y siguió
hablando con el rubio- Podemos hablar Rochi? –Pedí interrumpiendo su charla-
Nico: Emm… yo los dejo –Y se fue-
Peter: Rochi… -Un poco tímido y arrepentido- te quiero
pedir perdón por lo de ayer. Te juro que… -Y me interrumpió-
Rochi: No jures en vano –sentenció molesta y seca. Ni
siquiera me miraba-
Peter: Perdón… No quise lastimarte ni mucho menos pero
te aseguro que no sos vos, soy yo –Dije sincero-
Rochi: Sí, vos sos el que siempre tiene los problemas
Peter y te juro que llega un punto que me cansa… -Reprochó mirándome
fulminante-
Peter: Qué me estás queriendo decir? –Pregunté sin
entender-
Rochi…
Continuará.
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