Capítulo N° 113 (Ciento trece):
Tras permanecer varios y extensos
minutos besándose como si fuera la última vez, aunque vos lo sentías así,
decidiste cortar con aquella situación. Fue así que suavemente tomaste a Lali
de sus brazos y la apartaste de vos. Ella te miró totalmente sorprendida.
{ http://www.youtube.com/watch?v=y1ACoj7qJXw
; Canción de Fondo }
Peter: No, no puedo…-Dijiste algo confundido-
Estamos haciendo todo mal Lali…-Agregaste y la miraste entristecido-
Lali: ¿Qué nos amemos?, ¿Eso está
mal? –Cuestionó y se volvió a acercar a vos-
Peter: ¿Cómo sé que esto no es otro
juego tuyo? –Indagaste asegurándote-
Lali: Porque sino no estaría acá
con vos…-Respondió clara y segura- Teniendo a miles de hombres en el mundo vos
pensas que estaría con vos, acá…-Hizo una pausa y se acercó aún más para quedar
solo a centímetros- Y ahora? –Completó y vos la mirabas atento-
Peter: ¿Y por qué estás conmigo
entonces? –Cuestionaste con tu voz ronca-
Lali: Porque elijo estar con vos
Peter…-Recalcó y vos la mirabas expectante- Quiero demostrarte que soy capaz de
cuidarte, protegerte y de amarte…-Añadió mirándote a los ojos- Pero para eso
vos tenes que dejarte llevar, dejarte cuidar…-Hizo una pausa y tomó tus
mejillas- Dejarte amar Peter…-Concluyó su idea y vos la mirabas constantemente
a los ojos- ¿Te vas a dejar amar? –Preguntó expectante mientras ambos hacían un
recorrido de miradas-
Peter: Yo…-Vacilaste algo nervioso
e incómodo. Ella te miraba como diciendo ‘Dale’- Lali…-Dijiste y ella te miraba
impaciente- No sé si pueda volver a confiar en vos…-Ella te miró algo desilusionada
y sorprendida a la vez- Y te juro que intento creerte pero cómo tengo la
certeza yo de qué no vas a hacer lo mismo? –Cuestionaste mirándola a los ojos.
Se armó un silencio incómodo y volviste a hablar- Es mejor que dejemos las
cosas como están…-Comentaste y ella te miró como diciendo ‘No, por favor’- Para
mí esto se terminó…-Ella iba a hablar pero fuiste más rápido y te adelantaste-
Y esta vez es para siempre…-Concluiste, la miraste por última vez haciendo
fuerza para que no se escapen las lágrimas y te retiraste de la terraza para ir
directamente a la habitación-
Lali.
Peter se había ido y vos habías
quedado sola en aquella terraza. Las lágrimas acumuladas en tus ojos pedían a
gritos por salir mientras el viento no cesaba ni un minuto y hacia que tus
pelos bailen al viento. Y una vez más, todo te había salido mal. Peter no
quería saber más nada con vos. Había pensado que lo habías usado para
divertirte un rato y nada más pero vos sentías todo lo contrario. Con él habías
vuelto a amar, a sentir y revivir esos sentimientos que nunca habían
desaparecido por él. Pero claro, Peter ahora pensaba que eras una Lali distinta
que nunca le hubiera hecho eso al amor de su vida pero vos creías todo lo
contrario. Aunque te ponías un minuto en su lugar y era lógico lo que él sentía.
Por eso, ahora y más que nunca, tenías que ir a buscarlo y decirle y
demostrarle que lo seguías amando. Para vos esto no se había terminado aún.
Fue por eso que rápidamente te
reincorporaste y decidiste ir en su búsqueda. Las cosas no podían quedar así y
menos por una idea que se había hecho él que no era.
En fin, al bajar de la terraza,
bajaste apresuradamente las escaleras, ya que era el único medio por el cual se
podía acceder a ésta, y luego tomaste el ascensor. Al entrar marcaste el piso
de la habitación donde se hospedaban ustedes, e impaciente esperaste hasta que
éste llegara. Al detenerse, rápidamente saliste casi corriendo y miraste para
los costados. En uno de ellos lo viste caminando a Peter algo despacio hacia la
habitación. Si dudarlo, corriste hasta él y lo hiciste voltear. Él sorprendido
se quedó mirándote. Iba a hablar pero vos lo interrumpiste y hablaste primero.
Lali: No te voy a perder por una error
mio…-Afirmaste algo agitada y te acercaste a él, quien estaba algo confundido-
Para mí esto no terminó…-Hiciste una pausa, tomaste aire y continuaste- Para mí
esto recién empieza…-Completaste y lo besaste sin dejar que pudiera decir
alguna palabra-
Fue de esa forma que otra vez se
estaba creando un nuevo beso entre ustedes. Esta vez no lo ibas a dejar escapar
y ese era el objetivo de aquella acción. Él en ningún momento retrocedió asique
vos aprovechaste y, después de estar unos pocos segundos de estar besándose parados
en el medio del pasillo, comenzaste a caminar lentamente haciendo que él te
imitara. Se podría decir que vos le ibas guiando el camino.
Ambos hicieron unos pocos pasos y
sin dejar de concentrarse en aquel beso tierno, suave y sutil vos abriste la
puerta con la tarjeta magnética como pudiste y al entrar, fuiste vos quien
nuevamente te encargaste de cerrarla. Una vez los dos adentro siguieron con
aquella acción por varios minutos más hasta que lentamente vos llevaste tus
manos a los hombros de Peter y con sumo cuidado fuiste sacando suavemente la
campera de éste deslizándote por toda su espalda. Luego no tardaste en llevar
tus manos nuevamente a su cara, una en su cuello y la otra en su nuca mientras
él mantenía sus manos rodeadas en tu cintura. Estuvieron con esa acción durante
varios minutos hasta que buscaste la pared que conducía al baño para acorralarlo
y estar más ‘cómodos’.
Allí, comenzaron a besarse
desesperadamente mientras sus lenguas jugaban permanentemente. Sus bocas se abrían
exageradamente y eso producía que el beso se potencie más. Tras largos minutos
fuiste vos quien lentamente terminaste con aquella acción para separarte un
poco de Peter y hablarle.
Lali: Te amo…-Dijiste agitada y
mirándolo fijamente a los ojos- Nunca te olvides de eso…-Completaste con la voz
clara-
Peter: Te amo…-Respondió él
mirándote a los ojos y vos te acercaste para besarlo-
Lali: Te amo…-entre besos- Te amo…
Te amo…-Concluiste y no hablaron más-
Esta vez, y sin interrupciones,
volvieron a besarse pero ahora comenzaron a caminar en dirección a la cama que
estaba igual de desordenada a lo que la habían dejado. En el camino vos te
encargaste de sacar tu remera para quedar en corpiño. Luego, nuevamente te
apegaste a él y percibiste cómo tu piel se erizaba al sentir las manos de Peter
acariciando tu vientre.
Al llegar al pie de la cama lo
hiciste sentar, sin dejar de besarse, y vos te encargaste de sentarte arriba de
él en forma de koala para pasar tus manos detrás de su cuello. A esa altura ya
se podía experimentar el calor de sus cuerpos que a medida que pasaban los
minutos aumentaban cada vez más.
Tras permanecer en esa acción unos minutos, te
encargaste de llevar tus manos a la punta de la remera de tu chico e ir levantándola
lentamente acariciando con las yemas de tus dedos cada parte de su piel. Aún sentías
como el primer día ese cosquilleo que te provocaba tocarlo, rozarlo, besarlo.
Una vez los dos semidesnudos te
encargaste de hacerlo recostar a tu chico sobre la cama sin dejar de
concentrarse en aquel beso. Les encantaba besarse sin control, con desmesura,
sin apuro, disfrutando cada parte del otro.
Fue asi que de a poquito ambos
fueron ocupándose de sacarse las ultimas prendas que aún les quedaban y una vez
los dos sin nada que los separe comenzaron a amarse nuevamente en la misma
cama, debajo de las mismas sábanas y con la misma pasión que hacía unas horas
atrás.
Te encantaba que te hiciera tuya,
que te acaricie cada parte de tu piel hasta estremecerla al cien por cien o
más, que te bese sin límites hasta excederse sin importarles nada, que te cuide
en cada movimiento realizado, que te repitiera lo mucho que te ama y que te lo
demuestre hasta entregarse por completo.
Y creías que vos también estabas
haciendo lo mismo. Le estabas demostrando que lo que estaban haciendo en ese
momento era amor y no cualquier tipo de diversión. Estabas disfrutando al
máximo, como nunca lo habías hecho en tu vida. Te estabas entregando completamente
a él, una vez más. Intentabas transmitirle todo tu amor lo mejor que podías y
necesitabas que él sintiera que lo estabas amando y que esa era la Lali de la
estaba enamorado. En pocas palabras, lo estabas amando… Estaban HACIENDO EL
AMOR y de eso no te quedaban dudas porque definitivamente y más que nunca, LO
AMABAS.
Continuará.
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