26 de febrero de 2012

Capítulo N° 113


Capítulo N° 113 (Ciento trece):

Tras permanecer varios y extensos minutos besándose como si fuera la última vez, aunque vos lo sentías así, decidiste cortar con aquella situación. Fue así que suavemente tomaste a Lali de sus brazos y la apartaste de vos. Ella te miró totalmente sorprendida.


Peter: No, no puedo…-Dijiste algo confundido- Estamos haciendo todo mal Lali…-Agregaste y la miraste entristecido-
Lali: ¿Qué nos amemos?, ¿Eso está mal? –Cuestionó y se volvió a acercar a vos-
Peter: ¿Cómo sé que esto no es otro juego tuyo? –Indagaste asegurándote-
Lali: Porque sino no estaría acá con vos…-Respondió clara y segura- Teniendo a miles de hombres en el mundo vos pensas que estaría con vos, acá…-Hizo una pausa y se acercó aún más para quedar solo a centímetros- Y ahora? –Completó y vos la mirabas atento-
Peter: ¿Y por qué estás conmigo entonces? –Cuestionaste con tu voz ronca-
Lali: Porque elijo estar con vos Peter…-Recalcó y vos la mirabas expectante- Quiero demostrarte que soy capaz de cuidarte, protegerte y de amarte…-Añadió mirándote a los ojos- Pero para eso vos tenes que dejarte llevar, dejarte cuidar…-Hizo una pausa y tomó tus mejillas- Dejarte amar Peter…-Concluyó su idea y vos la mirabas constantemente a los ojos- ¿Te vas a dejar amar? –Preguntó expectante mientras ambos hacían un recorrido de miradas-
Peter: Yo…-Vacilaste algo nervioso e incómodo. Ella te miraba como diciendo ‘Dale’- Lali…-Dijiste y ella te miraba impaciente- No sé si pueda volver a confiar en vos…-Ella te miró algo desilusionada y sorprendida a la vez- Y te juro que intento creerte pero cómo tengo la certeza yo de qué no vas a hacer lo mismo? –Cuestionaste mirándola a los ojos. Se armó un silencio incómodo y volviste a hablar- Es mejor que dejemos las cosas como están…-Comentaste y ella te miró como diciendo ‘No, por favor’- Para mí esto se terminó…-Ella iba a hablar pero fuiste más rápido y te adelantaste- Y esta vez es para siempre…-Concluiste, la miraste por última vez haciendo fuerza para que no se escapen las lágrimas y te retiraste de la terraza para ir directamente a la habitación-

Lali.
Peter se había ido y vos habías quedado sola en aquella terraza. Las lágrimas acumuladas en tus ojos pedían a gritos por salir mientras el viento no cesaba ni un minuto y hacia que tus pelos bailen al viento. Y una vez más, todo te había salido mal. Peter no quería saber más nada con vos. Había pensado que lo habías usado para divertirte un rato y nada más pero vos sentías todo lo contrario. Con él habías vuelto a amar, a sentir y revivir esos sentimientos que nunca habían desaparecido por él. Pero claro, Peter ahora pensaba que eras una Lali distinta que nunca le hubiera hecho eso al amor de su vida pero vos creías todo lo contrario. Aunque te ponías un minuto en su lugar y era lógico lo que él sentía. Por eso, ahora y más que nunca, tenías que ir a buscarlo y decirle y demostrarle que lo seguías amando. Para vos esto no se había terminado aún.
Fue por eso que rápidamente te reincorporaste y decidiste ir en su búsqueda. Las cosas no podían quedar así y menos por una idea que se había hecho él que no era.
En fin, al bajar de la terraza, bajaste apresuradamente las escaleras, ya que era el único medio por el cual se podía acceder a ésta, y luego tomaste el ascensor. Al entrar marcaste el piso de la habitación donde se hospedaban ustedes, e impaciente esperaste hasta que éste llegara. Al detenerse, rápidamente saliste casi corriendo y miraste para los costados. En uno de ellos lo viste caminando a Peter algo despacio hacia la habitación. Si dudarlo, corriste hasta él y lo hiciste voltear. Él sorprendido se quedó mirándote. Iba a hablar pero vos lo interrumpiste y hablaste primero.

Lali: No te voy a perder por una error mio…-Afirmaste algo agitada y te acercaste a él, quien estaba algo confundido- Para mí esto no terminó…-Hiciste una pausa, tomaste aire y continuaste- Para mí esto recién empieza…-Completaste y lo besaste sin dejar que pudiera decir alguna palabra-

Fue de esa forma que otra vez se estaba creando un nuevo beso entre ustedes. Esta vez no lo ibas a dejar escapar y ese era el objetivo de aquella acción. Él en ningún momento retrocedió asique vos aprovechaste y, después de estar unos pocos segundos de estar besándose parados en el medio del pasillo, comenzaste a caminar lentamente haciendo que él te imitara. Se podría decir que vos le ibas guiando el camino.
Ambos hicieron unos pocos pasos y sin dejar de concentrarse en aquel beso tierno, suave y sutil vos abriste la puerta con la tarjeta magnética como pudiste y al entrar, fuiste vos quien nuevamente te encargaste de cerrarla. Una vez los dos adentro siguieron con aquella acción por varios minutos más hasta que lentamente vos llevaste tus manos a los hombros de Peter y con sumo cuidado fuiste sacando suavemente la campera de éste deslizándote por toda su espalda. Luego no tardaste en llevar tus manos nuevamente a su cara, una en su cuello y la otra en su nuca mientras él mantenía sus manos rodeadas en tu cintura. Estuvieron con esa acción durante varios minutos hasta que buscaste la pared que conducía al baño para acorralarlo y estar más ‘cómodos’.
Allí, comenzaron a besarse desesperadamente mientras sus lenguas jugaban permanentemente. Sus bocas se abrían exageradamente y eso producía que el beso se potencie más. Tras largos minutos fuiste vos quien lentamente terminaste con aquella acción para separarte un poco de Peter y hablarle.

Lali: Te amo…-Dijiste agitada y mirándolo fijamente a los ojos- Nunca te olvides de eso…-Completaste con la voz clara-
Peter: Te amo…-Respondió él mirándote a los ojos y vos te acercaste para besarlo-
Lali: Te amo…-entre besos- Te amo… Te amo…-Concluiste y no hablaron más-

Esta vez, y sin interrupciones, volvieron a besarse pero ahora comenzaron a caminar en dirección a la cama que estaba igual de desordenada a lo que la habían dejado. En el camino vos te encargaste de sacar tu remera para quedar en corpiño. Luego, nuevamente te apegaste a él y percibiste cómo tu piel se erizaba al sentir las manos de Peter acariciando tu vientre.
Al llegar al pie de la cama lo hiciste sentar, sin dejar de besarse, y vos te encargaste de sentarte arriba de él en forma de koala para pasar tus manos detrás de su cuello. A esa altura ya se podía experimentar el calor de sus cuerpos que a medida que pasaban los minutos aumentaban cada vez más.
 Tras permanecer en esa acción unos minutos, te encargaste de llevar tus manos a la punta de la remera de tu chico e ir levantándola lentamente acariciando con las yemas de tus dedos cada parte de su piel. Aún sentías como el primer día ese cosquilleo que te provocaba tocarlo, rozarlo, besarlo.
Una vez los dos semidesnudos te encargaste de hacerlo recostar a tu chico sobre la cama sin dejar de concentrarse en aquel beso. Les encantaba besarse sin control, con desmesura, sin apuro, disfrutando cada parte del otro.
Fue asi que de a poquito ambos fueron ocupándose de sacarse las ultimas prendas que aún les quedaban y una vez los dos sin nada que los separe comenzaron a amarse nuevamente en la misma cama, debajo de las mismas sábanas y con la misma pasión que hacía unas horas atrás.
Te encantaba que te hiciera tuya, que te acaricie cada parte de tu piel hasta estremecerla al cien por cien o más, que te bese sin límites hasta excederse sin importarles nada, que te cuide en cada movimiento realizado, que te repitiera lo mucho que te ama y que te lo demuestre hasta entregarse por completo.
Y creías que vos también estabas haciendo lo mismo. Le estabas demostrando que lo que estaban haciendo en ese momento era amor y no cualquier tipo de diversión. Estabas disfrutando al máximo, como nunca lo habías hecho en tu vida. Te estabas entregando completamente a él, una vez más. Intentabas transmitirle todo tu amor lo mejor que podías y necesitabas que él sintiera que lo estabas amando y que esa era la Lali de la estaba enamorado. En pocas palabras, lo estabas amando… Estaban HACIENDO EL AMOR y de eso no te quedaban dudas porque definitivamente y más que nunca, LO AMABAS.

Continuará.

No hay comentarios:

Publicar un comentario