Capítulo N° 99 (Noventa y nueve):
Una vez adentro de la casa,
buscaste en la planta baja de ésta a Lali para ver si la encontrabas. Te habías
quedado preocupado después de que la viste salir corriendo hacia adentro.
Como no tuviste rastros de ella en
ese sector de la casa, te dirigiste a la planta alta porque seguramente allí la
encontrarías. Buscaste primero por las habitaciones y por último, en el baño.
Justo cuando ibas a abrir, repentinamente ella sale con su cabeza agachada y
sin mirar, ambos se chocaron y cayeron al suelo, ella sobre vos. Lo cierto era
que habían quedado MUY cerquita de que sus labios se rosen.
Peter: Estás bien? –Preguntaste y
la miraste-
Lali: Si, y vos? –Preguntó algo
timida e hizo un recorrido de miradas. Iba desde tu boca hasta tus ojos y así,
sucesivamente-
Peter: Sisi… -Contestaste mirándola
aun a los ojos- Emm… -hiciste una pausa- sería mejor que salgamos de esta
posición no? –Consultaste mientras la tenías agarrada de su cintura. Pero no
recibiste respuesta- Ey La… -Dijiste y ella reaccionó-
Lali: Emm… sisi, perdón. Me colgué…
-Acotó y ambos se levantaron para acomodarse y quedar enfrentados-
Peter: Estás bien? –Volviste a
preguntar- Digo, porque saliste corriendo y me preocupé… -Agregaste y ella te
miró-
Lali: Sí, estoy bien… -Respondió
algo nerviosa- Estoy media descompuesta nada más… Debe ser por el calor y
demás… -Comentó y vos la miraste- Enserio, está todo bien Pitt… -Te miró y
sonrió. Vos también reíste- De qué te reis? –Preguntó curiosa-
Peter: Hace mucho que no me decis
asi… -Acotaste y la quedaste mirando-
Lali: Si te molesta no te lo digo
más eh… -Advirtió y enarcó una ceja-
Peter: No, todo bien… -Ambos
sonrieron- Bueno… vamos con los chicos? –Preguntaste y ella asintió. Mientras
bajaban las escaleras…- Segura que te sentís bien? Sino sabes que podes… -te
interrumpió-
Lali: Enserio Peter… No pasa nada,
estoy bien… -Te miró y sonrió-
Peter: Ok, ok. No te insisto más…
-Ambos rieron-
Una vez los dos afuera, ambos se
unieron a su grupo de amigos y con ellos se dedicaron a bromear y divertirse
como a ustedes les gustaba hacer. Pero luego de un rato, todos se separaron y
mientras los chicos se metieron a la gran pileta, las chicas solo se dedicaron
a tomar sol y chusmear un rato como era de costumbre en ellas.
Luego de pasar toda una tarde entre
amigos divirtiéndose todos decidieron cambiarse e irse cada uno para su casa.
Mientras las chicas sacaban turno para cambiarse los chicos esperaban en el
living. Algunas no quisieron porque pensaban que molestaban aunque vos le decías
todo lo contrario.
Fue cuando pasaste por tu
habitación que te quedaste tildado mirando cómo Lali se cambiaba. La puerta
estaba entreabierta y justo pasaste cuando se estaba poniendo el corpiño.
Obviamente que te quedaste totalmente hipnotizado ya que ya no recordabas el
esculturoso y hermoso cuerpo que la morocha tenía. Era perfecto. Y era por eso
que se te hacía imposible no mirar, te traía muchos recuerdos.
Lali.
Estabas cambiándote muy tranquila
en la habitación de Peter. Mientras estabas colocándote el corpiño notaste que
alguien te estaba observando. Hiciste una pequeña sonrisita y hablaste. Sabías
de quién se trataba.
Lali: Ya que estás ahí me podrías
abrochar el corpiño no? –Comentaste y notaste qué el reaccionó y se sorprendió-
Peter: Como me viste? –Preguntó
curioso y entró al cuarto-
Lali: Todavía no me conoces?
–Giraste solo tu cabeza, enarcaste tus cejas y sonreíste algo canchera- Me lo
prendes? –Preguntaste haciendo referencia al corpiño-
Peter: Si… si… -Vaciló y abrochó el
corpiño con sumo cuidado. Volver a sentir sus manos sobre tu piel te erizó por
completo- Listo… -Dijo y te volteaste. Él te recorrió con su mirada de arriba
abajo-
Lali: Qué pasa que me miras así?
–Interrogaste. Él te miro nervioso- No es la primera vez que me ves así asique
no tenes por qué ponerte nervioso… -Agregaste y él te miró sorprendido ante tu
comentario-
Peter: Bueno sí, pero eso forma
parte del pasado no? –Enarcó sus cejas y vos lo miraste con cara de indignación
total pero disimulaste y pusiste tu mejor sonrisa-
Lali: Sí, claro… -Respondiste algo
irónica y mirando para abajo-
Peter: Bueno, mejor te dejo cambiar
tranquila… -hizo una pausa y vos asentiste- Yo me voy con los chicos abajo…
-Avisó y volviste a asentir con una pequeña sonrisa forzada-
Cuando lo viste salir por la puerta
soltaste un pequeño quejido de bronca. Era más que evidente que no te había
gustado ese comentario que había hecho pero tenías que bancártela.
En fin, al terminar de prepararte,
saliste y te encontraste con tus demás amigos que estaban esperándote a vos y a
Euge en el living. Justo ambas salían asique saludaron al dueño y dueña de
casa, para tu desgracia, y todos partieron cada uno para su casa. A vos, por tu
parte, te había llevado Nico en su auto.
…
Una semana más tarde y vos te
encontrabas en tus vacaciones. Necesitabas tomarlas por todo el laburo que
estaban teniendo. Y era por eso que habías decidido realizar un viaje. Esta vez
habías optado por Camboriú, Brasil. Te encantaba la tranquilidad y la playa de
aquel lugar. Tenías solo dos meses de vacaciones asique querías aprovechar a
full. Es por eso que te instalaste allí desde el primer día.
Luego de dos meses regresaste nuevamente
a Buenos Aires totalmente renovada y cambiada. El aire puro de aquel lugar te
había neutralizado por completo y eso se notaba en tu semblante. Obviamente que
tus compañeros se enteraron de tu llegada y decidieron hacer una fiesta ya que
ellos también habían tomado sus merecidas vacaciones.
Por eso mismo, hoy a la noche se
realizaría una fiesta de bienvenida en la casa de Gastón y además como premio y
gracias a la autorización de Pablo, podrían cantar para la gente que asistiría.
…
Una vez que llegaste a tu casa,
después del viaje, te duchaste y decidiste descansar un rato para estar más
despabilada para la gran noche de hoy.
Casi cuatro horas más tarde te
despertaste, te levantaste con una gran sonrisa y decidiste prepararte. Para
esta ocasión habías escogido ponerte una musculosa lisa al cuerpo, una calza
negra de cuero y tus bucaneras negras también, infaltables. Luego, te
encargaste del peinado. Esta vez, elegiste algo sencillo, alisado total ya que
traías nuevo look y querías lucirlo. Y por último el make up bien suave y
natural con dos capas de gloss en tus labios. Al terminar con todo, para
finalizar, te roseaste de perfume y saliste de la casa con celular en mano para
partir rumbo a lo de tu amigo.
Peter.
La verdad era que venías de unas
vacaciones inolvidables y te sentías tan renovado que nada podría arruinar tu
buen humor. Con respecto a tu relación con Paula, iba todo más que bien con
ella asique no podías quejarte. Estaban más pegotes que nunca y en su mejor
momento, se podría decir.
Ahora te encontrabas junto a tus
amigos, en la casa de Gas, que a decir verdad, reventaba de gente. Estaban
todos contentos de volver a verse pero solo faltaba una persona para que todo
fuera PERFECTO, Lali.
Fue mientras charlabas con tus
amigos que la vieron entrar como una diosa y casi desfilando mientras la gente
se hacía a un costado sin poder dejar de mirarla. Y ustedes tampoco podían
parar de hacerlo. Estaba realmente hermosa… y cambiada. Tenía el pelo cortado
con flequillo y más bronceada. Sinceramente, estaba hecha una diosa. Te habías
quedado deslumbrado ante su belleza, que ya la tenía naturalmente pero ahora
más.
Continuará.
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