Capítulo Nº 35 (Treinta y cinco):
Lali:
Sabes lo que pasa? No me gusta estar cerca de él. Me genera rechazo y así no
puedo trabajar –Le dijo a Ana con un tono hiriente. Ésta última iba a hablar
pero yo la interrumpí-
Peter:
No deja Ana, no digas nada. Si ella no quiere hacer nada conmigo no hay drama.
Que lo haga ella sola y que se luzca porque es su canción –Dije de buena forma
y sincero-
Lali:
Ah, bueno –Dijo indignada y elevando la voz- Lo único que me faltaba era que
hagas el papel de buenito y te hagas la víctima –Se quejó y continuó- Sos un
caradura y no te creo nada –Dijo enfrentándome. Para ello se acercó más a mí-
Peter:
Ah, pero me parece que estamos mal eh –Dije irónico- Yo acá no vengo a hacer
ninguna escenita ni ningún papel de nada porque no le tengo que demostrar nada
a nadie. Yo solamente vengo a trabajar como un profesional que soy porque no sé
si estas enterada pero allá afuera –Señalando hacia fuera- hay miles de fans
esperando por nosotros, porque aunque sea le firmemos un autógrafo y para las
cuales trabajamos y subsistimos así que creo que es a ellos a quienes tenemos
que demostrarle nuestro respeto, sinceridad y cariño. Me parece que vos
deberías hacer lo mismo –Dije directo y haciendo una sonrisa sarcástica. Ella
solo me miraba muy furiosa y con una mirada desafiante- Ah, y otra cosa. No
está bueno que traigas problemas personales al trabajo. Me parece que somos
grandes y maduros para andar haciendo estas cosas y sabiendo cómo es este
ambiente no? –Y levanté mis cejas-
Lali:
Te recuerdo que el que trajo los problemas personales desde entrada fuiste vos.
O querés que te haga memoria? –Reprochó muy enojada-
Cuando
le estaba por contestar Nico se levantó y vino hasta nosotros para tranquilizar
un poco las aguas.
Nico:
Bueno, bueno –Dijo separándonos- Yo no sé el problema que tendrán ustedes dos
pero creo que este no es el lugar ni el momento apropiado para solucionar sus
asuntos –Y nos miró a ambos. Con Lali sabíamos que tenía razón-
Lali:
Sí, sabes que tenés razón? No vale la pena gastar palabras en una persona que
justamente no vale la pena –Dijo en tono hiriente y mirándome fulminante-
Peter:
Cada día me doy cuenta que estas cada vez más ciega Mariana Espósito, y es una
lástima –Dije increpante e hiriente, al igual que ella-
Nico:
Eu, eu. Por qué no la cortamos? –Elevando la voz-
Lali:
Sí, mejor la cortamos acá –Dijo, me dedicó una última mirada fulminante, tomó
sus cosas y se fue-
Varias
semanas después pasaron de aquel día que terminó raro y tenso a la vez. Al
final yo además de pelear con Lali tuve una pequeña discusión con Nico en la
que él me reprochó que no podía traer quilombos personales al trabajo a lo que
yo no me quedé callado y le respondí que la que había empezado a atacarme era
ella así que entre cruces de palabras terminamos hablando bien y me aconsejó lo
que debería hacer la próxima vez. Más allá de lo que había pasado todo seguía
igual. Con Lali seguíamos sin hablarnos aunque alguna que otra queja por parte
de ella por las coreografías existía siempre. Otro día también tuvimos una
pelea bastante fuerte ya que en el tiempito de descanso que teníamos de los
ensayos fui al baño y cuando volví me quedé escuchando detrás de una puerta lo
que Lali hablaba con mi ex novia. Ésta le contó que tenía un atraso y que si
llegaba a estar embarazada iba a ser la mujer más feliz del mundo. También le
contó que Benjamín al enterarse de la noticia se puso muy contento. Y yo, muy
chispita que soy, salté y la encaré. Le dije bastantes cosas y entre ellas, le
insistí con que su novio la engañaba a lo que ella obviamente elegía no creerme
y digamos que me puso los puntos y me dijo que no me meta más en su vida. Yo,
por mi parte, le hice caso y solo le contesté con un ‘Está bien, si lo preferís
así lo acepto. Pero después no me digas que no te lo advertí’. En fin, así
estábamos hoy en día y parece que el tiempo no ayuda a revertir las cosas, como
diría Lali.
Hoy
comenzaba un nuevo día de trabajo y yo ya estaba en camino hacía el gimnasio.
Pero en el trayecto algo pasó. Justo que yo estaba detenido en el semáfaro en
rojo la veo a Lali cruzando la ruta que venía desde la otra cuadra que es en
donde siempre estaciona su auto. Pero cuando ella estaba cruzando un demente en
un auto la atropella a toda velocidad quedando en el medio de la ruta toda inmovilizada.
Fue inmediatamente en ese instante que no me importó nada y bajé de mi auto
para salir corriendo a socorrerla. Cuando llegué a ella pude notar toda la
sangre que se le derramaba por la cabeza. Estaba totalmente inconsciente.
Rápidamente la gente fue rodeando el lugar. Por suerte pude ver a los chicos
que enseguida vinieron hasta donde estaba yo con Lali pero no me preguntaron
nada ya que me afirmaron que habían visto el accidente ya que justo se produjo
en frente del gimnasio.
Nico:
Llamaste a la ambulancia? –Preguntó desesperado-
Peter:
No, llámela alguno de ustedes –Y Rochi fue quien lo hizo-
Rochi:
Ya viene para acá –Dijo la rubia-
Peter:
Ok. –No podía sacarle los ojos de encima. Me destruía verla así- Te juro que si
le llega a pasar algo yo me muero Nico –Con mi voz gangosa desvié mi mirada
hacía mi amigo-
Nico:
Sh, tranquilo macho. No le va a pasar nada –Y palmeó mi hombro para
tranquilizarme-
Peter:
Está perdiendo mucha sangre –Dije con desesperación- Que venga una ambulancia
rápido, carajo –Grité-
Rochi:
Tranquilizate Peter, ya la llamé y me dijo que venía para acá –Dicho ello se
agachó a la par mío- Quedate tranquilo, Lali va a estar bien –Demás está decir
que ella ya sabía todo sobre mis sentimientos hacia Lali-
En
ese momento que estábamos todos pendientes de Lali llegó la ambulancia. Fue así
que la subieron rápidamente a una camilla y luego a la camioneta. Por suerte,
en varios minutos llegamos y la adentraron hacia el hospital. De ahí no supimos
nada más. Con los chicos habíamos quedado en la sala de espera muy ansiosos por
saber cómo estaba Lali. A nuestra espera también se sumó Cande quien me
contenía en todo momento. Los minutos pasaban y pasaban pero nosotros no
teníamos noticias aún.
Continuará.
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