13 de febrero de 2012

Capítulo N° 86


Capítulo N° 86 (Ochenta y seis):

Lali: Necesito que hablemos… -hiciste una pausa y continuaste- En cualquier momento lo vamos a tener que hacer… -Él te miró desentendido- Digo, compartimos el mismo grupo de amigos… -Recalcaste con la voz clara-
Peter: Claro… Pero te recuerdo que tu noviecito… -recalcó con algo de bronca esto último- está metido en nuestro grupo de amigos, como vos decís… -Dijo en tono irónico. Vos lo miraste nerviosa- Y si yo mal no recuerdo él no es mi amigo… -Agregó- Haber… déjame pensar… -Se hizo el que pensaba con su mano apoyada en su pera y luego retomó- No, no es mi amigo… -Completó y te miró desafiante-
Lali: Podemos sacar a Poli de todo esto por favor? –Reprochaste un poco molesta y lo miraste fijo-
Peter: Sabes lo que pasa? –Te dijo y se adelantó un paso aún con sus brazos cruzados- Vos sos la que mete a Poli… -burlándose- en todo esto… Es tu novio no? –Y nuevamente insistió con la ironía-
Lali: Si, es mi novio… -Confirmaste y él mordió su labio inferior mientras negaba con su cabeza- Pero yo quiero que hablemos de nosotros… no de él… -Recalcaste y él retrocedió dos pasos-
Peter: Me parece que no te quedó claro lo que te dije el otro día no? –Ironizó y por primera vez te perdiste en su mirada cuando levantaste tu vista para verlo. Se formó un silencio incómodo pero fue él el que tomó la iniciativa y sin decir más se dirigió a la escalera para bajar. Pero nuevamente te paraste delante de él quedando muy cerquita y haciéndolo caminar hacia atrás-
Lali: Voy a luchar por vos Peter… -Advertiste con la voz clara mientras tu mirada iba de la boca de él hacia sus ojos, y así sucesivamente-
Peter: No te gastes… -Dijo él con su entrecejo fruncido- Ya me perdiste Mariana… -Sentenció y vos no te diste por vencida. Aún seguían muy cerca-
Lali: No me importa… la voy a remar igual… -Reiteraste y lo arrinconaste contra una pared- cueste lo que cueste… -modulaste muy lentamente con tus labios-
Peter: Veo cómo te estás esforzando… -Se plantó y sus labios estaban a milímetros- A los chupones con tu novio no creo que me puedas recuperar… -Ironizó y vos te alejaste un poco confundida. Sabías que él tenía razón- Ya te dije… ni te gastes… -Repitió y rió canchero. Ya estaban más distanciados- Vos tu ruta… yo la mía… -Sonrió falso y se dirigió a las escaleras para comenzar a bajarlas. Pero en la mitad del trayecto…-
Lali: Con intentar no se pierde nada… -Elevaste un poco la voz para que te escuchara y él se detuvo pero ni siquiera se volteó para mirarte-

Sinceramente, te dolía que te tratara así y que te dijera todas esas cosas pero vos por dentro no podías evitar sentir aunque sea un poquito de felicidad. Ese acercamiento que habían tenido, por más mínimo que haya sido, te había dejado como loca. Y por más que en un momento llegaste a ilusionarte con que podía llegar a pasar eso que habías deseado tanto tiempo después de su vuelta, no te importaba ya que por un instante pudiste volver a sentir tan de cerca su aliento, su respiración y el contacto de su cuerpo con el tuyo.
Pero las cosas, por ahora, se daban así entre los dos y no podías negarlo. Igualmente, tampoco te ibas a quedar de brazos cruzados ya que, como le habías dicho a Peter, ibas a intentar recuperarlo nuevamente cueste lo que cueste.

Peter.
Aquel día de sol y diversión con tus amigos había terminado bastante bien a pesar de que te tuviste que bancar a todas las parejitas todas muy mimosas, incluyéndola a ella, mientras vos mirabas el panorama completamente solitario y resoplando con algo de bronca. Igualmente te morías de la risa al ver a Poli y Mariana muy acaramelados y recordar lo que ella te había dicho, ‘Voy a luchar por vos Peter…’. Si esa era su manera de luchar no te querías imaginar cómo iba a ser para el resto.
En fin, varios días pasaron de aquel encuentro y hoy vos te hallabas tirado en el sillón de tu living haciendo zapping con el control remoto en mano. Sinceramente, no tenías nada para hacer y encima tu vieja no estaba en casa. Desde que vinieron desde Canadá no se había despegado un segundo de la familia Espósito… Sí, JUSTO con ellos, pensabas.
Y hablando de pensar, estabas analizando la posibilidad de entrar a trabajar a la empresa que habías heredado, junto a tus hermanos, de tu padre en la Capital. Esa era una posibilidad, aunque el socio de Juan, tu padre, te había encargado que, en lo máximo posible, te dieras una vuelta de vez en cuando por la gran empresa y controlaras cómo iba todo. Lo cierto era que lo hacías pero los que estaban más ahondados en el tema eran tus hermanos Juan Martín y Juan Pablo, que eran más grandes que vos y eran más expertos en negocios, que vos seguro.
Por otro lado, también estabas a full con la banda. Sí, Pablo, tu representante de toda la vida, te había aclarado que lo de Poli, aquel día que lo viste cantar junto a tus compañeros, había sido transitoriamente y solo por ese ensayo porque a los chicos les había gustado cómo cantaba pero que no te preocuparas porque tu puesto iba a seguir siendo el mismo, y según él, IRREMPLAZABLE.
Mientras mirabas televisión y hacías un recorrido por todos los canales de DirecTV, que eran muchos, notaste que tu celular estaba sonando y vibrando a la vez al lado tuyo. Era una llamada. Como siempre, antes de atender analizaste la pantalla de tu móvil y atendiste enseguida al ver quién era.

Peter: Germancito… -Atendiste en forma festiva mientras sonreías-
German: Pedrito… como andas hermano? –Preguntó muy amigable-
Peter: Todo bien, y vos? Como va todo? –Indagaste curioso-
German: Genial, por suerte… -Dijo e hizo una pausa- Escuchame una cosita… -Dijo e hizo una pausa. Vos bajaste el volumen del televisor para escuchar atentamente- Hoy va a llegar a Buenos Aires una persona de recambio para trabajar en la empresa de Capital… -Explicó y vos no entendías para qué te lo decía-
Peter: Todo muy lindo no? Pero qué tengo qué ver yo? –Preguntaste interesado y confundido-
German: Qué impaciente sos eh… -Se quejó y vos reíste- Bueno, te explico… -Dijo, tomó aire y continuó- La cuestión es que vas a tener que hospedar a esta persona mientras esté trabajando allá… -Completó y vos enseguida comenzaste con el interrogatorio-
Peter: Y por cuánto tiempo tiene que vivir acá? –Preguntaste-
German: No sé Petercito… -Dijo y vos suspiraste- Eso depende de cómo valla todo en la empresa de Buenos Aires… -Agregó- Vos no tenes problema de hospedar a alguien no? –Preguntó para asegurarse-
Peter: No German, todo bien… No te preocupes… -Dijiste y escuchaste el sonido del timbre- Uh, me sonó el timbre… Bancame que voy a abrir… -Pediste y él asintió- A quién me habrás man… da… do… -Titubeaste al ver a esa persona. Era un chica, joven, con su valija y cartera en mano- Hola… -Dijiste casi hipnotizado-
Xxx: Hola… -Dijo muy entusiasta la chica- Vos sos Juan Pedro Lanzani? –Preguntó con una sonrisa hermosa mientras esperaba una respuesta-
Peter: Sí, soy yo… -Respondiste totalmente anonadado- Después te llamo… -Le dijiste al socio de tu padre y cortaste la comunicación telefónica sin dejar de observarla- Vos… quién sos? –Indagaste mientras enarcaste tus cejas-
Xxx:…

Continuará.

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