13 de febrero de 2012

Capítulo N° 92


Capítulo N° 92 (Noventa y dos):

Peter: Ayudame a olvidarme de ella Pau… por favor… -Pediste un tanto triste. Ella te miró confundida mientras vos te acercabas aún más a ella-
Paula: Peter… por favor… -Pidió pero vos te acercabas cada vez más hasta llegar a abrazarla con tus ojos cerrados. Quedaron así unos segundos hasta que ella habló- No entiendo Peter… -Te dijo ella y rápida y lentamente salieron de aquel abrazo- Cómo puedo hacer yo para hacerte olvidar de Lali? –Preguntó sin entender. Vos la miraste y sonreíste ante su ‘inocencia’-
Peter: Vos sabes cómo Pau… -Dijiste y sonreíste pícaro al mirarla obvio-
Paula: Peter… -hizo una pausa, miro hacia abajo y luego dirigió su mirada hacia vos nuevamente- Me parece que estás confundiendo las cosas… -Completó y vos la miraste-
Peter: Yo no confundo nada Pau… -Dijiste y acariciaste una de sus mejillas mientras ella mantenía su vista baja- Vos me gustas… -Confesaste y ella te miró sorprendida- A vos te pasa lo mismo no? –Ella te miró como diciendo ‘no me hagas esto’- Está bien, no me respondas si no querés… -Dijiste y sonreíste como para dejarla más tranquila-
Paula: Bueno, me voy a dormir… -Te dijo mientras se levantó de la cama- Parece que ya estás mejor de la herida no? –Ironizó y te miró-
Peter: Si tengo una enfermera como vos voy a estar bien siempre… -Piropeaste y ella mordió su labio inferior- Además… -Dijiste e hiciste una pausa mientras ella te miraba atenta- Vos dijiste que ibas a dormir no? –Ella asintió- Bueno, entonces vení y acóstate conmigo porque este es tu lugar… -Y te corriste de la cama, le pegaste de palmadas a la cama y le insinuaste que se acostara con vos. Ella sonrió sarcásticamente-
Paula: Pedro… -Se quejó. Vos la miraste como diciendo ‘qué?’- A mí no me chamuyes… -Advirtió y vos enarcaste tus cejas para luego sonreír canchero- A parte, vos no estabas angustiado hoy? –Cuestionó y colocó sus manos en su cintura-
Peter: Sí… -Asentiste y te paraste de la cama para acercarte a ella- Pero digamos que tengo una enfermera que curó todos mis dolores… -Dijiste y la tomaste de la cintura. Ella mordió su labio inferior a la vez que rió porque no podía creer lo chamuyero que eras-
Paula: Bueno… vamos soltando? –Se quejó y agarró tus manos para que las sacaras de su cintura. Vos negaste como un nene y le hiciste compradora. Ella terminó por suspirar- Si me quedo con vos me vas a soltar? –Vos asentiste- Bueno, entonces me quedo… -Vos sonreíste como el más canchero y la soltaste pero antes le diste un beso rápido en la comisura de sus labios. Ella te miro como diciendo ‘sos terrible’- Voy a cambiarme, ahora vengo… -Avisó y mientras vos también te cambiaste-

Esta vez ibas a dormir con el torso desnudo como solías hacer siempre pero esta vez no te quedaste en bóxer. Te pusiste una bermuda como para que no se sintiera intimidada Paula. Fue asi que luego de prepararte y cepillarte tus dientes te acomodaste en tu cama y le dejaste un lugar a ella. La esperaste tan solo unos minutos hasta que la viste entrar con su pijama tan diminuto que consistía en una solerita algo corta que no alcanzaba al principio del mini short y justamente éste último. Todo el conjunto en blanco. Ahí fue cuando lo confirmaste, estaba más buena que comer pollo con la mano, según vos.

Peter: Ah bueno… -Expresaste al verla en la puerta paradita y algo tímida- Qué buena que estas… -Soltaste y ella mordió su labio inferior-
Paula: Si te vas a poner así de pesado y baboso me voy a mi cuarto eh… -Advirtió con una sonrisa-
Peter: Nono, vení… -Dijiste y ella se acercó para acostarse a tu lado-
Paula: Emm… Peter? –Dijo y la miraste-
Peter: Qué pasa? –Preguntaste mirándola fija. Estaban enfrentados sentados en la cama-
Paula: Vos crees que esté bien esto? –Hizo una pausa y retomó- Digo, nos conocemos hace dos días nada más… -Recordó y vos la quedaste mirando-
Peter: Está mal que nos dejemos llevar por lo que sentimos? – Cuestionaste y ella solo se limitó a reír- Dormimos? –Preguntaste y ella volvió a asentir-

Fue así que ambos se acomodaron para dormir pero tardaron en alcanzar el sueño por culpa de una serie de chistes, jodas, risas y demás que ambos hacían. Luego de varios minutos ambos logaron dormirse después de una larga noche en una posición rara pero hermosa a la vez. Ambos se durmieron con una amplia sonrisa y abrazados.

Al otro día te despertaste a causa de los rayos de luz que ingresaban por la ventana de tu habitación. Tanteaste a tu lado con tu mano pero no había nadie. De esa forma abriste lentamente tus ojos y enseguida te sentaste en la cama. Inmediatamente viste entrar a Paula con una bandeja en mano.

Paula: Buen día… -Dijo con una sonrisa y apoyó la bandeja en la cama para luego sentarse ella-
Peter: Ah pero vos la mujer ideal eh… -Comentaste, ella te miró y mordió su labio inferior mientras sonreía-
Paula: Bué, desayuna tranquilo que yo me voy abajo a preparar las cosas para ir a trabajar… -Te dijo y se paró-
Peter: Y me vas a dejar solito? –Preguntaste e hiciste puchero-
Paula: Vos no paras un segundo eh… -Reclamó, colocó sus manos en su cintura y negó- Después nos vemos… -Avisó y vos sonreíste-

Fue así que con algo de felicidad en tu rostro desayunaste muy tranquilo en tu cama. La verdad que Paula tenía unas manos excelentes para la cocina.
Luego de que finalizaste, te levantaste, te higienizaste, te bañaste y te dirigiste a tu habitación nuevamente. Enseguida notaste que la bandeja con el desayuno ya no estaba más. Sonreíste ante eso y luego continuaste vistiéndote. Al terminar, bajaste las escaleras y te dirigiste a la cocina. Allí estaba Paula preparándose el almuerzo para el trabajo. Tu madre, como hacía de costumbre, se levantaba temprano y se iba a caminar con la madre de tu ex, Lali, o en su defecto, se dedicaban a tomar mate y chusmear.
En fin, enseguida te acercaste a ella y la saludaste con un beso en la mejilla muy sentido. Ella te miró y sonrío.

Peter: Ya te vas? –Preguntaste al ver que estaba preparando toda la comida en vols.-
Paula: Sí… -Respondió- Mucho baile pero lamentablemente hoy me toca trabajar… Por algo estoy acá… -Agregó mientras organizaba todo mientras vos la mirabas ir y venir-
Peter: Y qué? –Ella se detuvo un segundo y te miró desentendida- No te gusta estar acá? –Indagaste y enarcaste tus cejas-
Paula: Peter… -Exclamó y te miró obvia- No hagas preguntas obvias… -Completó y vos reíste ante su respuesta-
Peter: Entonces eso implica que también te gustó dormir conmigo? –Preguntaste haciéndote el galán mientras lentamente la acorralaste contra la mesada de la cocina. Ella hacia un recorrido de tu boca hacia tus ojos constantemente ya que estaban muy cerca-
Paula: Para qué te voy a responder si seguramente me lo vas a negar y vas a querer que diga lo que vos querés escuchar? –Reprochó y te fuiste acercando más-
Peter: No, quiero que me respondas con la verdad solamente… -Dijiste y sonreíste de costado-
Paula: Ok… -Suspiró- Me encantó dormir con vos… -Soltó y vos sonreíste canchero-
Ya está? Contento? –Interrogó-
Peter: Sí, muy contento… -Admitiste- Pero te puedo confesar una cosa? –Y ella te miró como diciendo ‘qué?’- Anoche, cuando estábamos los dos abrazados y juntitos me dieron ganas de partirte la boca de un beso… -Agregaste y ella enarcó sus cejas-
Paula: Y por qué no lo hiciste? –Retrucó-
Peter: Sabés que tenes razón? –Dijiste y te acercaste a ella hasta quedar a milímetros de sus bocas- Mejor lo hago ahora… -Dijiste, tomaste una de sus mejillas con una mano mientras que la otra la pusiste en su cintura y te fuiste acercando hasta que…

Continuará.

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