Capítulo Nº 79 (Setenta y nueve):
Lali:
Te vas mañana? –Preguntaste. Él asintió- Pero a dónde? Por cuánto tiempo? Por
qué? –Interrogaste todo rápido-
Peter:
Ey tranquila… -dijo e hizo una pequeña sonrisa- Haber… -dijo, suspiró y
continuo- Me voy a Canadá… -vos lo miraste un tanto desilusionada- No sé por
cuánto tiempo… -aclaró y negó con su cabeza- pero lo que sí sé es que este
viaje lo tengo que hacer cueste lo que cueste… -Concluyó y te miró. Vos
también. Esta vez estaban más tranquilos-
Lali:
Pero no entiendo Peter… -dijiste mirándolo- Por qué te vas? –Preguntaste
curiosa y sin entender- Qué es lo que te hace irte así, tan repentinamente?
–Interrogaste y él bajó su mirada-
Peter:
No es como vos decis La… -hizo una pausa- Este viaje no es repentino… yo ya lo
venía planeando… -aclaró y vos lo miraste aún más confundida-
Lali:
No entiendo… -Dijiste y sus miradas seguían pegadas-
Peter:
Vos no vas a entender Lali… -dijo y miro para abajo- pero hay muchas cosas
detrás en las que no quiero involucrarte sabes? –Explicó y tomó tus mejillas.
Vos estabas realmente más confundida que al principio- Pero a pesar de todo
eso, quiero irme dejándote en claro que te amo más que a mi vida y que aunque
estemos lejos yo te voy a llevar siempre acá… -dijo y llevó su mano a su
corazón- y también quiero que me prometas algo… -vos lo miraste como diciendo
‘qué?’- Quiero que me prometas que pase lo que pase siempre vas a confiar en mí
y vas a amarme con todo lo que puedas y con todo lo que sos… -dijo y enseguida
su voz se tornó gangosa pero hacia fuerza para que vos no lo notes. Morías de
la ternura porque esa era tu gran frase- Me lo prometes? –Preguntó y te miró
expectante. A vos enseguida se te formó un pucherito y un par de lágrimas
reaparecieron-
Lali:
Me estás preocupando Pitt… -dijiste y te interrumpió-
Peter:
Me lo prometes? –Reiteró y vos asentiste-
Lali:
Sí, te lo prometo… -dijiste muy triste, él beso tu mejilla y luego se abrazaron
muy fraternalmente-
Varios
minutos pasaron cuando salieron del abrazo y aún cerquita, él tomó una de tus
manos, luego posó una de sus manos en tu mejilla para acariciarla, y te habló.
Peter:
Me prometes otra cosa? –Dijo y los dos estaban fundidos en lágrimas-
Lali:
Basta Peter… -Dijiste como resignada. No querías escuchar más-
Peter:
Dale La… por favor –pidió mientras vos derramabas más lágrimas- Prometeme que
me vas a esperar… -te dijo y vos lo miraste como diciendo ‘no me hagas esto’-
Me vas a esperar? –Preguntó asegurándose-
Lali:
No sé si pueda Peter… -Él te miró confundido- No sé si pueda aguantar mucho
tiempo sin vos… -confesaste y él largó un pequeño suspiro de alivio- Sin vos yo
me muero Pitt… -Dijiste sincera y largaste en llanto-
Peter:
No mi amor, por favor… no llores –Pidió y vos mirabas para abajo. Estaban muy
cerca-
Lali:
Es que es muy triste todo esto Peter… -recalcaste entre sollozos y él te tomó
de las mejillas-
Peter:
Ya sé que es triste mi amor pero mientras creamos y mientras nuestro amor siga
intacto vamos a poder salir adelante sabes? –Vos asentiste no muy convencida-
Te amo… -te dijo muy tierno-
Lali:
Yo también mi amor… -respondiste entre sollozos y se besaron-
Luego
de aquella extensa charla y después de tantas idas y vueltas por fin pudieron
entenderse y despedirse cómo se merecían. Aunque no sabías muy bien el motivo
por el cual se iba, no quisiste ahondar en el tema por el simple de hecho de no
lastimarse más y no seguir sufriendo.
Por
tu parte, estabas realmente muy triste y te sentías muy vulnerable. Si él se
iba no sabías qué iba a ser de tu vida. Lo amabas demasiado como para dejarlo
ir y quedarte completamente sola pero era su decisión y la tenías que respetar
por más que a vos eso te haga sufrir muchísimo.
En
fin, esa noche la terminaron relativamente bien, entre ustedes, y pudieron
dejar las diferencias de lado aunque sea por un momento. En esos besos que se
dieron sentías como si fuera una despedida eterna y sin retorno. Sentías como
si él no fuera a volver nunca más. Tenías ese presentimiento, no sabías si era
errado o no pero vos tenías esa sensación.
…
Al
día siguiente te despertaste más temprano que nunca. Tu reloj de la mesita de
luz marcaban exactamente las 7:30 am pero vos ya estabas despierta desde hace
una hora. Claro, no parabas de pensar un segundo en Peter y su tan extraño y
maldito viaje. No sabías si ir a despedirlo o no. No sabías cuál era la mejor
opción. Por un lado querías ir porque necesitabas verlo, sentirlo, besarlo, por
última vez pero por otro lado te hacía mal tenerlo enfrente y saber que no sé
por cuánto tiempo no lo ibas a ver más.
Mientras
pensabas y pensabas, cuando quisiste acordar miraste nuevamente el reloj y
pudiste observar que éste marcaban las 08:15 hs de la mañana. El vuelo de Peter
hacia Canadá partiría a las 08:30 hs de la mañana. Rápidamente te apresuraste y
saltaste de la cama como un resorte prácticamente. Fuiste al baño, te
higienizaste rápidamente, te peinaste un poco el pelo, te cambiaste el pijama,
desayunaste como pudiste, algo así no mas, nuevamente te higienizaste como
solías hacer cada vez que salías a algún lado y en tu auto aceleraste rumbo al
aeropuerto de Ezeiza. Allí llegaste justo a las 08:30 hs, o eso marcaba el
reloj de tu auto. Bajaste apresuradamente, corriste entre la gente
desesperadamente buscando a Peter y a lo lejos pudiste verlo yendo con su
valija en mano hacia el avión, como otra tanta gente. Una vez en esa gran
puerta que salía al gran patio, te detuviste algo agitada y como pudiste
gritaste:
Lali:
¡Peter! –Exclamaste con cierta énfasis. Él inmediatamente se dio vuelta y te
quedó mirando sorprendido. Parecía que no se lo esperaba-
Inmediatamente
y sin dudarlo corriste hasta él y te detuviste frente suyo. Ambos se quedaron
mirando.
Peter:
Qué haces acá Lali? –Preguntó totalmente anonadado-
Lali:
Vine a despedirte mi amor… -dijiste, lo tomaste de su cara y lo besaste.
Segundos después se tornó en un beso tierno, delicado y sentido-
Peter:
La… -dijo e hizo una pausa. Aún estaban cerquita, sus frentes estaban unidas-
No era necesario que ven… -vos lo interrumpiste-
Lali:
Sí que era necesario Pitt… -dijiste y se miraron- Es la última vez que nos
vamos a ver… -y él te miró como para decir algo pero vos continuaste- por lo
menos por un tiempo –aclaraste-. Y necesito que te vayas sabiendo que te amo…
-él te miró atento y serio. Vos lo agarraste de sus mejillas. No querías llorar
pero estabas a punto- Que sos el hombre de mi vida y que más allá de todo lo
que pase este amor esta acá… -señalando tu corazón- y nunca se va a morir…
-completaste con tu voz clara, él te miró, se sonrieron y volvieron a besarse
como la primera vez, pero esta vez, con ese sabor distinto y único… ese sabor a
despedida-
Continuará.
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