Capítulo Nº 12 (Doce):
La
verdad es que tenía que admitir que me daba un poco de envidia verlos así y no
porque esté celosa de cualquiera de los dos sino porque ellos tienen la
posibilidad de estar de novios, trabajar de lo mismo y viajar a todas partes
juntos. En cambio, yo tengo que esperar mi regreso de todos los viajes para
poder ver a mi novio. Pero en fin, esos eran los aspectos negativos que tiene
trabajar de esto.
Cuando
crucé la puerta de la habitación inmediatamente me dirigí hacia la de los
chicos, en donde ambos ya estaban levantados y cambiados. Entonces, les pedí
permiso para bañarme en su baño, lo cual muy amablemente asintieron mientras
ellos se fueron a desayunar para que me sienta cómoda y me tome todo el tiempo
que quiera. Fue así que me metí a la ducha bien calentita y relajante de todo
hotel y después de unos 20 minutos salí. Pero al dirigirme hacia la habitación
me encontré con Peter sentado en su cama, lo cual me sorprendió y me dio mucha
vergüenza a la vez que me viera así, casi desnuda, con un toallón enroscado en
mi cuerpo.
Lali:
¡Peter! –exclamé- Qué haces acá? –pregunté sorprendida-
Peter:
Ay… perdón… -dijo mientras me miraba de arriba abajo- no sabía que estabas acá.
Pensé que se estaba duchando alguno de los chicos –exclamó sorprendido mientras
se paró para quedar frente a mí- Emm… ya… me… voy… igual –dijo tartamudeando un
poco-
Lali:
Sí, no hay problema –dije sincera y a la vez con un poco de vergüenza
intentando taparme-
Peter:
Ay, me pone un poco incómodo esto –comentó sonriendo nervioso y revolviendo sus
pelos- Busco algo y me voy si? –yo solo asentí mientras él busco unas cosas en
la mesita de luz- Listo, me voy –seguía nervioso- Disculpa eh –yo asentí y él
se dirigió a la puerta la cual cruzó rápidamente-
Una
vez que se fue, suspiré de los nervios y de la vergüenza que tenía de verme en
esa situación y comencé a vestirme rápidamente. Hecho esto, agarré todas mis
cosas y me encaminé nuevamente hacia mi habitación en donde afortunadamente
solo me encontré con Rochi. Allí terminé de alistarme poniéndome perfume,
peinándome el pelo y guardando las últimas cosas que faltaban en el bolso.
Cuando organicé todo, con Rochi nos dispusimos a bajar para encontrarnos con
todos y partir nuevamente hacía nuestros hogares. Fue así que una vez todos
listos nos subimos a la combi, para dirigirnos al aeropuerto. Cuando llegamos,
enseguida nos subimos al avión y en unos instantes ya nos encontrábamos volando
hacia nuestro lugar de origen. En una hora llegamos y todos nos encaminamos
hacia distintos destinos.
Tres
meses transcurrieron desde aquel viaje a Junín, el cual fue distinto a todos
por razones ya descriptas. Pero hoy ya no encontrábamos en otra época del año,
en invierno y yo me encontraba limpiando y ordenando un poco mi casa ya que más
tarde pasaría por el lugar de trabajo de Benja. Hoy iría a visitarlo a su
empresa, la cual tiene como dueño a su padre. Por eso mismo, decidí levantarme
temprano para dejar todo organizado y no estar con complicaciones.
Luego
de cuatro arduas horas de limpieza, por fin había terminado y ahora me tocaba
la parte más difícil, la de cocinar. No tenía muchas ganas de hacerlo así que
me preparé unas simples ensaladitas de todo tipo de verdura, como me suelen
gustar a mí y un poco de carne. Cuando terminé de almorzar tranquila, lavé todo
lo utilizado y luego me metí en la ducha calentita para despejarme un poco. Así
fue que después de casi media hora salí, me vestí con la ropa previamente
seleccionada, luego me perfumé, me planché mi pelo y por último tomé mi bolso
en el cual metí, entre otras cosas, el celular y las llaves y partí rumbo al
centro, porque allí es donde estaba ubicada la empresa.
Al
llegar, entré y la recepcionista me dejó pasar hacia la oficina de mi novio ya
que ella ya me conocía por haber ido unas cuantas veces anteriores. Pero no
todo era color de rosa, al abrir la puerta de la oficina me encontré con un
hecho bastante desagradable.
Continuará.
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