Capítulo Nº 13 (Trece):
Pero
no todo era color de rosa, al abrir la puerta de la oficina me encontré con un
hecho bastante desagradable. La secretaria de Benja estaba encimado a él,
demasiado diría yo.
Lali:
-tosí a propósito- Interrumpo algo? –Pregunté mirando a ambos-
Benja:
Mi amor, qué sorpresa –exclamó mientras se acercó a mí para besarme pero yo fui
más rápida y le corrí la cara-
Lali:
Sí, sorpresa es la que me llevo yo –y lo miré desafiante-
Paula
(secretaria): Perdón, yo me retiro mejor –se fue un tanto nerviosa y mirando
hacia abajo-
Una
vez que la secretaria se retiro yo me di vuelta quedando a espaldas del
escritorio y enfrentada a Benja.
Lali:
Qué se supone qué estaban haciendo? –pregunté enojada mientras me crucé de
brazos-
Benja:
Ay amor… no me digas que te vas a enojar por esta pavada? –me preguntó sin
poder creerlo- Paula solamente me estaba acomodando la corbata porque la tenía
mal puesta… -explicó-
Lali:
Claro… -dije aún molesta y con voz baja- te estaba acomodando la corbata –ironizando-
Benja:
Lali no me digas que vamos a discutir por esa estupidez? –indagó indignado-
Lali:
Era necesario que estén tan cerca? –aflojando un poco-
Benja:
Ay mi amor… -bufó mientras tomó mi cintura- no tenemos que discutir por ella.
Dale –haciéndome una sonrisa compradora-
Lali:
Bueno, está bien –y lo miré perdiéndome en sus ojos- Pero la próxima vez que se
acerque a vos la dejo pelada, estamos? –le advertí a lo que él asintió-
Benja:
Me encanta que te pongas celosa igual –dijo acercándose más-
Lali:
Sos un tonto –sonreí, lo tomé por el cuello de su camisa y luego lo besé-
Fue
así que estuvimos por un buen rato, entre mimos, chistes, arrumacos, ‘te amo’,
palabras tiernas, etc, etc. Luego, decidí abandonarlo un rato porque le estaba
quitando tiempo de trabajo. Entonces, cuando me dispuse a irme, él con un
‘Esperame que te acompaño hasta la puerta’ lo esperé, como Benja bien me pidió,
mientras él se quedó en la oficina buscando un par de cosas. Pero en ese
intervalo de espera, escuché a Paula que justo estaba hablando de Benja.
Paula:
Ay Sol, te tengo que confesar algo –le comentó medio nerviosa a la
recepcionista del lugar-
Sol:
Qué? Qué pasa? –cuestionó curiosa-
Paula:
Creo que me gusta el Sr. Benjamín –explicó-
Yo
no podía creer lo que estaba escuchando. Me estaba mordiendo de la bronca para
no salir y armar un escándalo. Por eso mismo, decidí seguir escuchando la
conversación.
Sol:
Cómo? –preguntó sin poder creerlo-
Paula:
Sí, no sé. Me encanta todo de él. Sus ojitos celestes, su boca tan carnosa, su
pelo, su forma dulce y amable que tiene de tratar a la gente… todo –dijo casi
baboseándose-
Entonces
fue en ese momento que Benja me habló de atrás y me dijo ‘Estás lista?’ a lo
que yo respondí con un ‘Sí’ y una sonrisa como para disimular que no había
pasado nada. Fue así que ambos salimos agarrados de las manos y nos detuvimos
en la puerta para despedirnos con presencia de la secretaria y la recepcionista
que observaban toda la situación.
Benja:
Bueno, abrígate y cuidate si? Yo más tarde me hago un tiempo para ir hasta tu
casa sabes? –sonriéndome-
Lali:
-yo solo asentí- Te amo mi amor –y ahí fue que agarré su cabeza y lo besé,
transformándolo en un buen chape, en la mira de la secretaria que se lo
enrostré en la cara- Nos vemos más tarde –sonriendo y dándole un beso más pero
esta vez más corto-
Así
fue que salí de aquella empresa y con una bronca impresionante tomé el primer
taxi que encontré libre y me dirigí hasta mi casa. Con el solo hecho de pensar
que la mina esa gustaba de mi novio y que encima pasa más tiempo con él que yo,
ya me daba una furia rabiosa.
Continuará.
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