Capítulo Nº 9 (Nueve):
Es
así que nuestras bocas se volvieron a juntar pero esta vez sin interrupciones
dejando fluir la situación. Esta vez la que tomó la iniciativa fue ella,
comenzando a sacar mi campera mientras yo seguía saboreando sus labios, los
cual abandoné rápidamente para bajar hasta su cuello en donde me mantuve por un
bueno rato. En cuanto a ella, seguía deshaciéndose de mi ropa, pero ahora era
el turno de mi remera la cual sacó recorriendo cada centímetro de mi espalda.
Por mi parte, mis manos estaban puestas en sus mejillas sosteniendo su carita,
las cuales comenzaron a bajar muy suavemente disfrutando de toda su piel hasta
donde comenzaba el nudo del toallón pero ella fue más rápida que yo y en un
movimiento brusco dimos un giro quedando ella encima de mí. Una vez en esa
posición, muy sensualmente se despojó de su toallón y siguió con el beso
manejando toda la situación. Así fuimos sacándonos las prendas que todavía nos
quedaban encima hasta que nuestros cuerpos se encontraron como últimamente lo
venían haciendo. Nos estábamos sintiendo por completo y estábamos disfrutando
del mucho placer que nos brindábamos en ese momento. Nuestras pieles estaban
erizadas al cien por ciento y cada movimiento realizado hacía que la pasión se
reavive más y más provocando varios clímax durante el transcurso de la noche.
Minutos
antes…
Cuenta
Gas:
Cuando
salí de la ducha vi que en la habitación no había nadie. Así que, por eso
mismo, decidí vestirme tranquilo, perfumarme un poco y salir en busca de Lali,
para tomar algo y charlar ya que Nico andaba por ahí en busca de la rubia y
Peter no sabía dónde estaba. Entonces, me dispuse ir hasta la habitación de las
chicas, donde toqué una vez la puerta y abrí. Y allí me encontré con la más
desafortunadas de las escenas, Peter y Rochi juntos haciendo el amor. En ese
instante, sentí que se me caía el mundo encima. La noche que tendría que ser la
más feliz del mundo se convirtió en una tormenta oscura de la que estaba
atrapado. Fue en ese momento que cerré la puerta muy lentamente para que no se
percaten de mi presencia y me dirigí muy anonadado hacia mi habitación que se
encontraba muy cerca de ahí. Una vez que entré, cerré la puerta con un gran
portazo y me senté en la cama con mi cabeza entre las piernas y sosteniendo
ésta con ambas manos. En esa posición comenzaron a caerme lágrimas de angustia,
decepción y mucho dolor. Y justo, en ese momento, tocaron la puerta y yo, para
disimular mi estado sequé aquellas lágrimas apresurado y me reincorporé lo
mejor que pude.
Gas:
Sí, pasa –aún con la voz gangosa-
Lali:
Permiso –entrando lentamente- Puedo pasar?
Gas:
Sí, qué precisas Lali? –pregunté mientras miraba hacia abajo-
Lali:
No, venía a hablar un poco con vos porque vi que Nico está abajo con una rubia
y Peter debe estar con Rochi así que dije ‘voy a hablar un ratito con mi amigo
Gas’ –dijo mientras se paraba al lado mío-
Gas:
Parece que Gastón es el último orejón del tarro no? Todos vienen cuando no le
quedan más alternativas –dije un poco molesto-
Lali:
No Gas, por qué decis eso? –preguntó sin entender- Yo… -la interrumpí-
Gas:
Vos nada Lali –elevando la voz- Sabes qué? Mejor andate y dejame en paz, quiero
estar solo –aún seguía mirando para abajo-
Lali:
Pará Gas…
Gas:
Gas nada –elevando aún más la voz- dije que te vayas Mariana, no escuchas o sos
sorda? Andate, déjenme tranquilo –realmente furioso-
Lali:
Está bien –dijo un tanto molesta ante mi reacción-
Es
así que ella se dio media vuelta y se dirigió hacia la puerta cuando yo largué
en llanto. Ahí fue donde ella se detuvo y se vino hasta mi, se puso a la par
mía agachándose y se dirigió hacía mi.
Lali:
Qué te pasa Gas? Vos nunca te pones así por más mínimo que sea el problema
–preguntó interesada-
Gas:
Pasa que no puedo más Lali –con la voz gangosa y secándose algunas lágrimas-
Lali:
Con qué no podes más Gas? –preguntó sin entender-
Gas:
Es que… -tratando de respirar y haciendo una pausa-
Lali:
Qué Gas? Habla –insistió-
Continuará.
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